A 20 años del 11-M: el día que Madrid miró a la cara al terrorismo

A 20 años del 11-M: el día que Madrid miró a la cara al terrorismo

20 años, 193 muertos y casi 2.000 heridos después, España mira hacia atrás: los atentados de Atocha marcaron la llegada a Europa del yihadismo

 

 

 





Eran las 7:36 de la mañana de un jueves 11 de marzo cualquiera en Madrid. Fue el último minuto antes de que todo cambiara: entre las 07:37 y las 07:40, diez bombas explotaron en cuatro de los muchos trenes de cercanías en los que, cada mañana, miles de viajeros alcanzaban el corazón de la capital para acudir a su trabajo, llevándose por delante sus vidas y su futuro.

Paola Bruni 

Ese 11 de marzo de 2004,191 personas de 17 nacionalidades murieron en Madrid y casi 2.000 resultaron heridas (la cifra aumentaría a 193 con la muerte de un agente de policía unos días después y la muerte de una víctima que llevaba en coma desde los atentados 10 años más tarde).

En una España tristemente acostumbrada al terrorismo de ETA, los atentados de Atocha fueron el primer gran golpe del yihadismo en Europa tras el perpretrado dos años antes en las Torres Gemelas de Nueva York, un terror que hasta ese momento sonaba lejano.

Pero lo ajeno se hizo propio y en ese instante comprendido entre las 7:37 y las 7:38, una triple deflagración sacude el edificio de la estación de Atocha, por donde transitan en ese momento cientos de ciudadanos con prisas de rutina: se trata de la explosión del primer tren, el que estaba entrando en ese momento en la estación procedente de Alcalá de Henares.

En los cuatro minutos siguientes, otras siete bombas explotan no muy lejos de allí, dentro de tres trenes que también salieron de Alcalá: uno en la estación de El Pozo, otro a la altura de la calle Téllez (a pocos metros de la estación de Atocha) y otro en Santa Eugenia.

La situación es de caos total. Son momentos confusos en los nadie sabe qué está ocurriendo y las radios y las televisiones empiezan a emitir los primeros boletines con la escasa información con la que se cuenta. Primero se habla de una bomba en un vagón sin pasajeros, luego de algunos heridos, de algunas víctimas…. pero en pocos instantes, Madrid comprende con pánico que lo sucedido va más allá de una simple explosión.

Mientras los supervivientes empiezan a salir de los vagones aturdidos y desorientados entre el polvo, el amasijo de hierros y el humo, en las televisiones de las casas empiezan a llegar en bucle las primeras imágenes.

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