Investigadores de Harvard descartan relación entre la depresión y la menopausia

Investigadores de Harvard descartan relación entre la depresión y la menopausia

Las mujeres comienzan a experimentar la menopausia, en promedio, a partir de los 47 años

 

 

 





La menopausia es un proceso natural que viven las mujeres a la mediana edad y que marca el fin de su ciclo menstrual. Durante años, se ha pensado que este período fisiológico trae consigo malestares psicológicos, como depresión, ansiedad y psicosis, entre otros, sin embargo, recientes estudios de la Universidad de Harvard sugieren que esta es una idea “engañosa”.

Por Diario Las Américas

En una investigación, escrita por expertos de Brigham and Women’s Hospital, afiliado a Harvard, los autores no encontraron evidencia de que la menopausia eleve universalmente el riesgo de enfermedades mentales, como síntomas depresivos, trastorno depresivo mayor, ansiedad, trastorno bipolar y psicosis.

¿Hay riesgos de sufrir depresión durante la menopausia?

En este estudio, los autores hallaron que algunos grupos tenían mayor riesgo de sufrir problemas psicológicos durante el periodo de menopausia, en especial, aquellas mujeres que habían experimentado previamente depresión, quienes vieron su sueño gravemente perturbado por sofocos nocturnos y las que habían experimentado un evento evento vital estresante en esta etapa.

Los investigadores calificaron de “errónea” la atribución que durante años se han hecho de los problemas de salud mental a la menopausia. Aseguraron que, además de crear expectativas negativas en las mujeres que se acercan a la mediana edad, puede perjudicarlas ya que retrasan el diagnóstico y el tratamiento preciso para cada caso.

“La moraleja para las mujeres y sus médicos es que no debemos asumir que si alguien tiene síntomas de salud mental durante la transición a la menopausia, esas dos cosas están relacionadas”, señaló Hadine Joffe, profesora de psiquiatría en Escuela de Medicina de Harvard y presidente interino del Departamento de Psiquiatría de Brigham and Women’s, coautora principal de esta investigación.

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