Transformación esperanzadora en Medellín después de estar marcada por la violencia

Transformación esperanzadora en Medellín después de estar marcada por la violencia

Fotografía de un cultivo de hortalizas y lechugas en una terraza de la comuna 13, el 1 de marzo de 2024, en Medellín. EFE/ Luis Eduardo Noriega Arboleda

 

 

 





En la Comuna 13, un barrio de Medellín marcado por la violencia, se cultiva esperanza con Terrazas Verdes, un proyecto de agricultura hidropónica urbana que busca mejorar la calidad de vida de sus habitantes con oportunidades de trabajo, especialmente para madres cabeza de hogar.

Hortalizas y lechugas se asoman en lo más alto de casas construidas con ladrillos y tejas de zinc en las empinadas calles de este sector que en el pasado fue uno de los más violentos del mundo pero que experimenta una transformación social mediante la cultura, el arte y la innovación de sus comunidades.

En una especie de invernadero, adecuado en una terraza, Yeniffer Alexandra Romaña, de 26 años, empezó a vislumbrar un mejor futuro para ella y sus cuatro hijos después de dejar en 2020 su natal Quibdó, capital del departamento del Chocó, para romper un círculo de pobreza y violencia.

“Yo vengo todos los días, las miro, las reviso, les pongo los nutrientes y les quito las hojitas malas”, cuenta a EFE Yeniffer junto a las plántulas de lechugas de la huerta que tiene a su cuidado, que serán comercializadas en una cadena de supermercados como un ‘mézclum’ orgánico.

Esta madre cabeza de hogar, que ha vivido “cosas duras” desde su llegada a Medellín, está al frente de un cultivo hidropónico del proyecto Terrazas Verdes, con el que además alimenta a sus hijos de 10, 8, 5 y 2 años.

“Tengo las ganas y el propósito de salir adelante”, comenta la joven, quien hace poco supo que existía este método de agricultura sin suelo, “algo muy interesante y bonito”, del que dice que aprende cada día, hasta el punto de estar “enamorada” de ese trabajo.

Esta iniciativa, que le permite trabajar en la terraza de una casa vecina “para llevar un sustento” y que le da tiempo para dedicarle a sus hijos, está liderada por Carlos Alberto Sánchez Mosquera, cantante y compositor de rap, administrador de empresas e “hijo de la Comuna 13”, donde lleva muchos años al frente de proyectos artísticos y culturales como resistencia a la violencia.

“Yo soy hijo de la Comuna 13, de los primeros afro o negros nacidos en Medellín. Mis papás llegan del Pacífico colombiano y se separan. Mi mamá tiene que irse a trabajar y nosotros crecimos prácticamente solos. A mí un casete de música rap me cambia la vida porque me invita a soñar, pero dos de mis hermanos no corrieron con la misma suerte”, cuenta a EFE.

Sánchez, conocido en el mundo artístico como ‘Nene’, no quería que esa historia se perpetuara en su barrio, donde su hermana conoció las drogas y su hermano recibió un disparo, así que como familia se dieron a la tarea transformar sus experiencias en oportunidades para otros, para las madres.

“Me gustó la metáfora de sembrar y cultivar, pero sabía que tenía que ser en sus patios, en sus terrazas, para que no se alejen de sus nenes (hijos)”, subraya.

Tras aprender sobre cultivos hidropónicos en internet, armaron un piloto y sembraron nueve especies de lechuga, zucchini, pimentón y cebollín: “eso dio y yo no lo podía creer”, así que empezaron a vender lo que producían en tiendas del sector.

Sembrar sueños para cosechar oportunidades
Hace cinco años montaron una primera terraza y empezaron con su apuesta por la agricultura urbana, que además de generar empleo para madres cabeza de familia, mejoró la seguridad alimentaria con la apertura de un comedor comunitario en el que consumen de los productos que cultivan.

“Hoy en día tenemos más de 600 metros cuadrados construidos, equivalentes a 27 terrazas y el proyecto se ha extendido a otras ciudades”, explica ‘Nene’, orgulloso del cambio que ha representado para cerca de una veintena de familias, que participan en labores administrativas, operativas y de agricultura.

Empresas privadas, como la de bebidas Postobón y los supermercados Éxito, se han sumado a la iniciativa que hace unos días habilitó en el barrio Nuevos Conquistadores dos terrazas más con cultivos hidropónicos en 90 metros cuadrados, realzados por el colorido de los grafitis, expresión artística de la Comuna 13.

“Nuestro propósito es sembrar sueños para cosechar oportunidades. Eso es Terrazas Verdes”, afirma Sánchez, quien reprodujo su idea en los barrios populares de Ciudad Bolívar, de Bogotá, y Siloé, en Cali.

Según dice, otro sueño es “que el 70 % de las hortalizas y las verduras que se consumen en Medellín sean cultivadas acá”.

“Que convirtamos a la 13 y a otras comunas en la despensa de la ciudad”, concluye.

EFE