Aura Jazmín Castro Ruiz, conocida en el inframundo del crimen como La Madrina, cayó ante las autoridades, luego del despliegue de una operación de inteligencia meticulosa llevada a cabo por la Policía Antinarcóticos de Colombia con la cooperación de autoridades internacionales.
Por Juan Sánchez Romero | Infobae
De acuerdo con trabajo investigativo que publicó la casa periodística El Tiempo, La Madrina era una figura prominente en el tráfico de cocaína de alta pureza hacia Europa, específicamente a Róterdam (Países Bajos). Además, se conoció que utilizaba métodos sofisticados para evadir la vigilancia de las autoridades, entre estos, sistemas de comunicación cifrados a través del canal Sky ECC y un entramado de testaferros para ocultar su fortuna.
Según la indagación, la mujer residía en un lujoso apartamento en El Poblado, Medellín, el cual estaba equipado no solo con puertas blindadas sino también con amuletos y tarjetas de Tarot creyendo, tal vez, que estos la protegerían de las fuerzas del orden.
Pero su caída fue orquestada tras la detección de una reunión turbulenta en Ámsterdam en 2019 donde un mafioso albano resultó herido, poniéndola en el radar de la justicia internacional. La solicitud de una circular roja de Interpol por parte de un juez de Ámsterdam a principios de este año marcó el inicio del fin de su imperio criminal.
Un artículo del diario Nuevo Siglo reveló que la captura se dio a través de un operativo coordinado entre la Policía Nacional de Colombia y la Fiscalía General de la Nación, Aura Jazmín Castro Ruíz fue detenida en el barrio El Poblado de Medellín. Los esfuerzos de las fuerzas del orden colombianos se incrementaron luego de que sus homónimos en los Países Bajos demandaran su extradición por graves cargos como tráfico de drogas ilícitas y lavado de activos. La detención ocurrió el 11 de marzo de 2024.
Ahora bien, se supo que, durante más de dos décadas, La Madrina acuñó su notoriedad por colaborar estrechamente con varios carteles de gran calado a través de intercambios de mensajes encriptados para coordinar envíos de narcóticos. Utilizó la modalidad de “contaminación de contenedores” para transportar grandes cantidades de drogas desde los puertos de la Costa Caribe hacia Europa.
En el desarrollo del allanamiento para su captura, las fuerzas de seguridad incautaron bienes que evidenciaban la magnitud de su operación delictiva: 110 millones de pesos en efectivo, dispositivos móviles, un computador portátil, varios vehículos y joyas costosas. Este material probatorio fue consignado a la Fiscalía General de la Nación para su investigación.
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