Cuando un boxeador tiene miedo sobre el ring a su adversario, tiene tres opciones: regresar a toda carrera a esconderse cabeza abajo en su camerino, afrontar la paliza que asume que van a darle o poner puños y cara adelante y enfrentar al contrincante. Puede que le den la paliza, pero puede también empatar y hasta ganar por puntos e incluso propinar un sorpresivo knock out, un buen puñetazo en la mandíbula puede tumbar a cualquiera, aunque sea por pura suerte.
Un perro ladra más cuando tiene miedo, y puede atacar y morder, muchas fieras atacan porque son poderosas y atacan porque temen, atacan para defenderse. Y matan. El alacrán y la serpiente no atacan por simple agresividad, atacan por miedo –el tiburón es diferente, es un cazador prudente, precavido, ataca después que está seguro.
Si un candidato presidencial tiene miedo sólo demuestra precaución, análisis, evaluación. Copei y sus dirigentes y Rafael Caldera estaban seguros de que los adecos no podían ganarles ni el “gocho” represor Carlos Andrés Pérez a un brillante copeyano y experto gerente como Lorenzo Fernández. Pero el hombre que caminaba iba de frente y daba la cara, y su partido, le ganaron a los intelectuales copeyanos y a un Lorenzo Fernández que nos indicaba que tuviéramos cuidado. No le hicimos caso, vainas de Lorenzo dijo un copeyano que ya se preparaba para ser embajador, y Pérez nos barrió.
No podemos saber si Nicolás Maduro y el PSUV tienen miedo de perder ante María Corina Machado y las masas hartas de la incompetencia y la corrupción. Puede que tengan miedo de las consecuencias de perder el poder, pero que teman también indica preparación, precaución, análisis, alistarse, si María Corina Machado no tiene miedo del régimen al cual enfrenta comete un error, y la oposición tiene demasiados a lo largo de 25 años.
Ella debe temer por sí misma, por su familia -y creemos que lo tiene, eso es positivo, mantener según entendemos a sus hijos fuera del país es miedo pero mucho más precaución. Lo que más le convendría a la señora Machado es que Nicol+as Maduro no tuviera miedo, que estuviera seguro de que ya ganó.
Pero con el poder y las armas en las manos, con generales, almirantes y poderes, dicen algunos opositores que tiene miedo, O sea, se prepara, que es lo que los políticos y partidos opositores nunca han hecho, y por eso siempre pierden, no destacan, sólo buscan quien los cuide y les mantenga sus prebendas.
Si Maduro tiene miedo, puede ganar. No importa cuánto alardea y cuánto mienta, el miedo en política puede ser un arma porque los que creen que van a ganar son sordos y ciegos, ambiciosos y necios.