Es una de las películas más vistas de Netflix pero tiene pésimas críticas

Es una de las películas más vistas de Netflix pero tiene pésimas críticas

Un amor no correspondido y un deseo mágico ponen en marcha la historia de “Un deseo irlandés”. (Créditos: Netflix)

 

 

 





En el panorama actual del cine de comedia romántica, la película Un deseo irlandés (Irish Wish) protagonizada por Lindsay Lohan (Herbie a toda marcha) se ha posicionado como un claro ejemplo de los retos narrativos que enfrentan este tipo de producciones en la plataforma Netflix.

A pesar de la histórica carrera de Lohan en el cine, principalmente en roles que han marcado la cultura pop, su desempeño en Un deseo irlandés ha generado opiniones divididas, no por su actuación, sino por el guion y desarrollo de los personajes en la trama. Así y todo la película ocupa el primer lugar en el Top 10 de la plataforma a pesar de reunir apenas 44% de críticas positivas en Rotten Tomatoes.

¿De qué se trata la película?

La premisa de Un deseo irlandés es relativamente sencilla y sigue el molde clásico de las comedias románticas: Maddie, interpretada por Lohan, es una editora que trabaja con el autor Paul Kennedy (Alexander Vlahos) y secretamente se enamora de él.

Sin embargo, su indecisión por confesar sus sentimientos resulta en que Paul empiece una relación y posteriormente se case con Emma (Elizabeth Tan), amiga de Maddie, en Irlanda; lugar donde un giro mágico altera la realidad, concediendo a Maddie el deseo de haberse casado con Paul. No obstante, este escenario ideal pronto revela sus complicaciones.

“Cuando el amor de su vida se compromete con su mejor amiga, Maddie pide espontáneamente un deseo de amor verdadero y se encuentra en una realidad alternativa donde un encuentro casual le muestra que a veces hay que tener cuidado con quién deseas”, describe la sinopsis oficial de este título dirigido por Janeen Damian.

Uno de los problemas fundamentales señalados en la crítica de la película es la construcción superficial de sus personajes, en particular los masculinos, y la falta de desarrollo en las interacciones que justifiquen un interés amoroso genuino. Como ejemplo, el personaje de James Thomas (Ed Speleers), quien aparece como fotógrafo en la boda alterada mágicamente, y aunque se sugiere una química entre él y Maddie, la narrativa no profundiza en las razones detrás de su conexión, dejando a los espectadores interrogantes sobre la base de su relación.

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