Omar Estacio Z.: Protestan los villanos de la Historia

Omar Estacio Z.: Protestan los villanos de la Historia

El Sindicato Autónomo de Villanos de la Historia convocó una asamblea de emergencia.

Genocidas y asesinos seriales; pederastas y torturadores; superchorizos y megatimadores; rateros barriobajeros y delincuentes de cuello blanco o de cuello rojo-rojito; traficantes de lo intraficable incluidos, carburantes de altísimo octanaje y, por supuesto, porque no podían faltar, los desgobernantes más gamberros –en riguroso desorden degenerativo. Gente o cuasigente cuyas depredaciones materiales, pero sobre todo morales, han desatado las peores calamidades desde que el Mundo es Mundo.

Instalada la plenaria hamponil, previa la constatación del quórum reglamentario, la asamblea entró en materia: “Punto Único a tratar: Protesta porque, el pasado Domingo de Resurrección, en varias ciudades y poblados de Venezuela y países vecinos, grupos de parroquianos, incineraron en voraz hoguera, un monigote -cual un Judas cualquiera- con el rostro, bigote y malas mañas de quien usurpa el Poder en Caracas”.





Caín, el director de debates designado por unanimidad -por él mismo- abrió el derecho de palabra.

– ¡Equipararme a mí con semejante hiena cucuteña -clamó, micrófono en mano el propio Iscariote- ¡No hay derecho! ¡Eso constituye un atentado contra la Historia Sagrada!

Los ánimos se caldearon. Lo que siguió fue una retahíla no apta, ni siquiera, para tipejos de semejante ralea. Fue necesario llamar al personal de seguridad para que los asambleístas recobraran la sindéresis.

Cuando hablamos de villanos de la Historia, nos referimos a los nadires entre los nadires. Incluidos los reales y los supuestamente ficticios: Stalin, Adolf Hitler, la Madrastra de Blancanieves y los Siete Enanos; Tomás Funes, Pinochet, Leopoldo II de Bélgica, Pablo Escobar, Hannibal Lecter, Iván “El Terrible”, Fidelcastro, Pol Pot, las brujas de Macbeth, Gaddafi, Chucky, el “Che”, Nerón, J.R. Videla, el Dr. Mengele, Darth Vader, Idí Amín, José Tomás Boves, Drácula, Frankestein y el Hombre Lobo.

– El Iscariote, al menos, no andaba por Cafarnaúm, a diestra, pero sobre todo a siniestra, metiendo mano en la Tesorería Pública, corrompiendo a miembros de su propia familia y lo más grave, defraudando elecciones para hacerse pasar por supuesto demócrata ¡Nosotros somos unos tiranos, sanseacabó, a mucha honra y no pretendemos fingir ninguna civilidad! -denunció, uno, a voz en cuello.

– Ninguno de los aquí presentes, por muy afiliado que esté a nuestro Sindicato, saldría corriendo como una gallina, de solo oír el nombre de la señora María Corina Machado o de una matrona, como la profesora Corina Fermín – ripostó otro.

– El camarada Judas, aquí presente y a quien le pedimos disculpas ante semejantes ultrajes, por lo menos tuvo una crisis de arrepentimiento y devolvió las monedas de su traición. En cambio su supuesto hijo putativo, mientras más roba, más quiere, sin un solo atisbo de remordimiento.

En tal punto, se generó una nueva trifulca, porque un asistente, de apellido Chávez le robó la cartera al Rico Epulón.

¡Fuera, fuera, fuera! – corearon sus hermanos de ADN- y pasaron al par de zafios, al tribunal disciplinario quien los expulsó del sindicato, sin derecho a pataleo.

Siempre se puede descender más bajo. Aunque parezca imposible.

@omarestacio