Ataques de pánico vs. cardíacos: cómo distinguir uno del otro y qué hacer en cada caso

Ataques de pánico vs. cardíacos: cómo distinguir uno del otro y qué hacer en cada caso

Síntomas como dolor en el pecho y la falta de aire pueden hacer pensar que se tiene un infarto cuando tal vez se trata de un ataque de pánico. El único que puede determinar el diagnóstico con precisión es el médico a través de diversos estudios (Imagen ilustrativa Infobae)

 

Corazón acelerado, dolor en el pecho, falta de aire, náuseas y sudor frío… ¿es un ataque de pánico o un ataque cardíaco? Los síntomas de ambos problemas son tan parecidos que a veces puede ser difícil diferenciarlos, lo que aumenta aún más la angustia y el estrés en quien padece estos malestares.

Por Infobae





De acuerdo a la Clínica Mayo, “un ataque de pánico es un episodio repentino de miedo intenso que provoca reacciones físicas graves cuando no existe ningún peligro real o causa aparente. Cuando se presenta un ataque de pánico, se puede sentir que se está perdiendo el control, teniendo un ataque cardíaco o, incluso, que se va a morir”.

La Asociación Americana del Corazón (AHA por sus siglas en inglés) explica que “un ataque cardíaco sucede cuando el flujo sanguíneo que lleva oxígeno al músculo cardíaco se reduce considerablemente o se corta por completo, en general por la obstrucción de las arterias coronarias. Recibir tratamiento inmediato es crítico”.

El doctor Mario Boskis (MN 74002), cardiólogo, miembro titular de la Sociedad Argentina de Cardiología, actual director del Instituto Cardiovascular San Isidro (ICSI), del Sanatorio Las Lomas en Buenos Aires y del Grupo Cardiológico Boskis, explicó a Infobae: “El ataque de pánico y el cardíaco pueden presentar síntomas similares, por lo que a veces es difícil diferenciarlos clínicamente, aunque es interesante remarcar que puede haber sutiles diferencias”.

El cardiólogo señaló que en la mayoría de los casos, el ataque cardíaco se caracteriza por presentar un dolor en el centro del pecho, de tipo opresivo, que puede irradiarse a uno o ambos brazos, el cuello y en ocasiones al maxilar inferior. “Se puede asociar también a falta de aire, palpitaciones y síntomas gastrointestinales como dolor abdominal y náuseas”.

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