¿Por qué tiembla Nápoles? El fenómeno geológico que quita el sueño a una ciudad

¿Por qué tiembla Nápoles? El fenómeno geológico que quita el sueño a una ciudad

La gente se reúne en una zona segura en la calle del paseo marítimo entre Nápoles y Pozzuoli tras las sacudidas del terremoto. Foto: EFE | EPA | Ciro Fusco.

 

La zona de la ciudad italiana de Nápoles (sur) tembló la pasada noche con unos 150 seísmos, uno de ellos el más potente en 40 años, por el fenómeno geológico del “bradisismo”, que desde hace años deforma su suelo volcánico y que ha obligado a elaborar un plan de evacuación y sensibilizar a la población.

El Golfo de Nápoles se enmarca al sur por el gran volcán Vesubio, que duerme desde 1944, y al noroeste por los conocidos como “Campos Flégreos”, una enorme caldera volcánica con una veintena de cráteres algunos muy activos y bajo el agua del mar Mediterráneo.





Se trata de una zona de elevado riesgo sísmico -como gran parte de la península- con una gran concentración de población, que ha llegado a construir en las faldas mismas del volcán. En Nápoles vive un millón de personas y en los ‘Campos’, con la localidad de como Pozzuoli epicentro, otro medio millón.

El suelo crece

Los temblores se vienen sucediendo en los últimos tiempos debido al fenómeno del bradisismo, que deforma poco a poco el suelo, ampliándolo o contrayéndolo, en función del magma o del gas que se acumula en el subsuelo, desatando los seísmos.

Esto hizo que, por ejemplo, la ciudad romana de Bayas, cerca de Pozzuoli, acabara hace siglos bajo el mar al hundirse la tierra. Actualmente el bradisismo lleva la tendencia contraria, está en fase ascendente, y el nivel del suelo crece 2 centímetros al mes.

El instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) sitúa el inicio de esta “crisis” en 2005 pero la pasada noche se desató el terremoto más potente en 40 años, de 4,4 grados y a poca profundidad, de 2,6 kilómetros bajo el cráter de Solfatara.

Los temblores han asustando y desvelado a miles de personas y, aunque no han causado mayores inconvenientes, sí que han agrietado algunos edificios, lo que ha obligado a desalojar trece de ellos y parte de una cárcel.

No se prevé erupción

El Observatorio local del INGV mantiene en nivel amarillo -el tercero en gravedad en una escala de cuatro grados- la actividad de los ‘Campos Flégreos” y existe un Plan de Evacuación desde 2019, aunque algunos alcaldes y expertos exigen mejorarlo y actualizarlo.

El pasado octubre, tras otro fuerte temblor, el Gobierno italiano de Giorgia Meloni aprobó un decreto con un plan de evacuación y el desembolso de 52,2 millones de euros (56,69 millones de dólares al cambio actual) para evaluar riesgos en las zonas más afectadas y crear infraestructuras de emergencia.

Por el momento el INGV llama a la calma, no prevé una erupción en los ‘Campos Flégreos’ porque no se registra un aumento del magma, y recuerda que la crisis entre 1982 y 1984 fue incluso peor, con una elevación del suelo de 9 centímetros al mes.

En caso de una eventual erupción, el plan de la Protección Civil prioriza en la fase preventiva de la alarma la evacuación preventiva de unas 500.000 personas que viven en la “Zona Roja”, en los ‘Campos’ y cuya vida correría grave riesgo por la explosión.

El gobierno regional de Campania en los últimos meses está impartiendo cursos de formación a funcionarios públicos y en las escuelas para explicar los protocolos que se implementarían en caso de desastre, entre otras cosas.

Asimismo, los operativos de Protección Civil y otros equipos de emergencia también están siendo sometidos a simulacros, así como algunos de los hospitales de la zona.

Además, entre los jóvenes se ha repartido un cómic titulado “L’Attimo decisivo” (El momento decisivo).

El ministro para la Protección Civil, Nello Musumeci, avanzó este lunes que el Gobierno de Meloni se reunirá nuevamente mañana miércoles para estudiar el estado tras este último enjambre sísmico y “eventuales intervenciones” para paliar y prevenir la situación.

El presidente de la Sociedad Nacional de Geología Ambiental, Antonello Fiore, ha propuesto “programas plurianuales y estructurales” que incentiven la mejora sísmica de los edificios y la simplificación burocrática para las obras. EFE