Todo lo que hay que saber detrás de la ola de asesinatos a candidatos electorales en México

Todo lo que hay que saber detrás de la ola de asesinatos a candidatos electorales en México

Miembros de la Guardia Nacional y seguridad privada escoltan a miembros del partido Morena en Celaya, México (César Rodríguez/The New York Times)

 

Un candidato fue asesinado con varios disparos mientras se ejercitaba en un gimnasio. Otra aspirante murió después de que unos hombres armados abrieran fuego durante su mitin de campaña. Otra candidata caminaba por las calles con sus simpatizantes cuando estalló un tiroteo

Por Infobae





En todo México, decenas de candidatos, familiares y miembros de sus partidos han sufrido violentos ataques antes de las elecciones generales del mes próximo, que serán las más numerosas de la historia del país en cuanto a número de votantes y cargos. Al menos 36 personas que aspiraban a un cargo han sido asesinadas desde el pasado mes de junio, según un análisis de The New York Times.

Es una cifra espantosa incluso para México, donde la violencia ha formado parte de las campañas electorales durante décadas.

¿Por qué es tan grave la violencia electoral?

El aumento de la violencia que afecta a México puede atribuirse en gran medida a grupos delictivos locales, según analistas de seguridad y funcionarios encargados de hacer cumplir las leyes.

La fractura de las grandes organizaciones criminales mexicanas ha originado bandas rivales que libran encarnizadas batallas por el poder y los territorios. En su afán de dominio, esos grupos delictivos han recurrido a la cooptación y la intimidación de las autoridades para ejercer control sobre las comunidades, en un intento de asegurarse protección, obtener información valiosa e incrementar sus operaciones.

Un fuerte aumento de la violencia durante las elecciones no es inusual en México. En el último ciclo electoral, en 2021, cuando los votantes de todo el país sufragaron para elegir a más de 19.900 cargos locales, al menos 32 candidatos fueron asesinados, según un estudio publicado por el Colegio de México, una universidad de Ciudad de México.

“Es como influir en los otros candidatos para que bajen su perfil, como recordatorio de que no se mandan solos”, dijo Manuel Pérez Aguirre, politólogo coautor del estudio. “Y también a la ciudadanía de que alguien está ahí. Dígamoslo así: es una democracia. Pero una democracia vigilada”.

En parte, el aumento de la violencia también puede atribuirse a la magnitud de las elecciones y al gran número de candidatos: con más de 20.000 cargos locales en juego y más de 600 a nivel federal, las elecciones de este año son las mayores de la historia de México.

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