El gran secreto sobre el descubrimiento de la tumba de Tutankamón que se ocultó durante un siglo

El gran secreto sobre el descubrimiento de la tumba de Tutankamón que se ocultó durante un siglo

Howard Carter y lord Carnarvon, durante los trabajos en la tumba de Tutankamon en 1922 ABC

 

 

 





Husein Abd el Rasul tenía 10 años cuando Howard Carter descubrió la tumba de Tutankamon. Era solo un niño, pero tuvo el privilegio de estar presente en el que puede considerarse uno de los hallazgos más célebres de la historia, acaecido el 4 de noviembre de 1922. Desde entonces, este acontecimiento no ha dejado de fascinar a una generación tras otra, hasta convertirse en el mayor hito de la arqueología moderna. En el siglo que ha transcurrido, han surgido a su alrededor numerosas leyendas, como la maldición que asegura que toda persona que se acerque al sepulcro estará condenada a morir en pocos días.

Por ABC

Se difundió poco después del descubrimiento, cuando comenzaron a fallecer personas relacionadas con los trabajos en el Valle de los Reyes, en la antigua Tebas, actual Luxor. Primero fue el mecenas de Carter, lord Carnarvon, que perdió la vida tras ser picado por un mosquito en la mejilla. Parece ser que al afeitarse se le infectó la herida que causó el fatal deceso. Segundo, su hermano Aubrey Herbert, que también estuvo presente cuando se halló la tumba. Tercero, el hombre que le dio el último golpe al muro que escondía la cámara mortuoria y, cuarto, el que radiografió a la momia.

El éxito de este bulo se atribuyó a la imaginación de Arthur Conan Doyle, autor de la famosa saga de Sherlock Holmes y escritor de gran influencia en esa época, así como a los periódicos sensacionalistas que se encargaron de difundirlo. Ya lo escribió el gran historiador francés Paul Veyne en su ensayo ‘¿Creían los griegos en sus mitos?’ (Granica, 1897): «Los hombres no encuentran la verdad, la construyen, como construyen su historia».

Sin embargo, la más famosa de las leyendas fue difundida por el famoso arqueólogo británico, apoyada por aquel pequeño niño egipcio que se erigió como protagonista en la prensa y cuya supuesta hazaña aún siguen defendiendo sus descendientes. Ahmed Abd el Rasul, nieto de Husein Abd el Rasul, declaró a la agencia EFE en 2016: «Algunos dicen que halló la tumba cuando estaba con unas cabras en el monte, pero la verdad es que mi abuelo traía agua para la expedición en dos tinajas y a lomos de un burro cuando encontró la entrada. Todo ocurrió cuando excavó en la arena con sus manos para colocar una de las tinajas, ya que la base era redonda. Así fue cómo apareció el escalón de la tumba de Tutankamón que devolvió la esperanza a Howard Carter».

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