Omar González Moreno: El fin del poder

Omar González Moreno: El fin del poder

Que un día a Nicolás Maduro, en el ocaso de su vida pública, lo saquen del poder no sería nada raro.

Lo mismo le sucedió a
otros autócratas en diferentes épocas y lugares del mundo.

Allí está el caso de Muammar Gaddafi en Libia, Manuel Noriega en Panamá, Mobutu Sese Seko en el Congo, Nicolae Ceau?escu en Rumania, Saddam Hussein en Iraq, Hosni Mubarak en Egipto y pare usted de contar.





Es que no se puede pretender vivir eternamente en el poder en un país destruido por tu culpa, sin empleo, sin educación, sin salud, sin libertad y sin mañana.

Por eso, las posibilidades de que Nicolás Maduro pronto salga del poder son enormes.

A estas alturas, nadie es capaz de desconocer que más del 80% de la población venezolana quiere que Maduro se vaya.

Ademas, el colapso económico, la corrupción y el aumento de la pobreza han generado un descontento tan grande entre los ciudadanos, que solo un milagro lo salvaría.

Así de honda e indeleble es la crisis que ha provocado en un país que antes de su llegada, era considerado uno de los más prósperos de América Latina

De alli que las elecciones presidenciales convocadas para el próximo 28 de julio podrían ser cruciales para él y sus colaboradores.

Si enfrenta una oposición liderizada por María Corina Machado, que se ha convertido no solo en un fenomeno electoral, sino politico y social, así sea a través del diplomático Edmundo González Urrutia, con toda seguridad lo correrían a insultos del palacio de Miraflores.

El costo actual de un megafraude o de una abrupta suspensión de las eleciones por cualquier motivo seria altísimo para Maduro .

Esto podría llevar a una negociación en la que él y su entorno tendrían que aceptar que su mejor alternativa es abandonar el poder, ahora que todavía hay tiempo.

Obviamente que no habría garantías perfectas para todos sus intereses políticos, y eso agudiza las tensiones internas dentro de su equipo.

En resumen, aunque Maduro haya mantenido su posición durante mas una década, las circunstancias cambiantes y las proximas elecciones, definitivamente han alterado su destino político.

¡Enhorabuena para una nación entera!