“Me culpan de traición a la Patria porque deserté de la Guardia Nacional y ahora no puedo ingresar a mi país” (VIDEO)

“Me culpan de traición a la Patria porque deserté de la Guardia Nacional y ahora no puedo ingresar a mi país” (VIDEO)

Adrián Enrique Oñate @adri_enrr es un exguardia Nacional venezolano, que decidió emprender su camino hacia Colombia buscando la tranquilidad que en su país ya no tenía, tras ser culpado de “traición a la patria”.

Quise salir de esa esclavitud, salir de ese régimen. Quise salir de esa mala vida que tenía, en ese entonces“, le cuenta a @nandasalas en #SoyVenezolano





Fui sargento de la Guardia Nacional, Fuerzas Especiales, posteriormente, deserté. Estoy con orden de captura en Venezuela, no puedo ingresar al país“, dice con indignación. Al salir de Venezuela fue directo a casa de su hermana en el Departamento de la Guajira, Riohacha, donde estuvo doce meses.

Un año trabajando día a día, trabajando, lavando carros. También estuve caminando, muchas veces, metiendo hojas de vida, pero nunca se me dio nada. Tomé la decisión de venirme a la ciudad de Medellín, y llegué acá vendiendo arepas de queso“.

Dice que, pese a contar con el apoyo de su hermana de nacionalidad colombiana, le tocó vivir la mala experiencia de la xenofobia.

Cuando de pronto llegamos a un país que no conocemos se nos hace muy difícil, porque mucha xenofobia; sin embargo, nos denigran, muchos inmigrantes vienen a hacer cosas malas y nosotros que venimos a hacer cosas buenas, pagamos por esas personas“.

Adaptarse no fue un proceso fácil para Adrián, pero con esfuerzo y sin desistir, lo logró. Comenzó lavando carros en la calle, para garantizar al menos dos comidas al día y el pago de su vivienda, siempre con una sonrisa de esperanza en su cara.

Algunas veces no lavaba carros, no lavaba nada, duraba todo un día esperando que llegara un carro para lavarlo, no hacía nada en un día. Algunas veces iba a caminar, desde las 6 de la mañana hasta las 3 de la tarde, sin comer; sin desayunar, sin almorzar, buscando trabajo, metiendo hojas de vida y por el simple hecho de no tener documentos, no me daban trabajo“.

Hasta que decidió hacer maletas y mudarse a la llamada ciudad de la eterna primavera.

Ya una vez que estaba acá, instalado en la ciudad de Medellín, vendía arepas de queso a un señor que me dio la oportunidad. Teníamos un carrito y él me pagaba el día. Ahí fui reuniendo para un curso de seguridad privada, lo hice. A los meses comencé a trabajar de vigilante, guardia de seguridad, posteriormente, agarré experiencia y me pasé a una empresa mejor de guardia de seguridad y fue excelente. Como era funcionario militar, también me sirvió esa experiencia acá“.

Y fue entonces cuando tuvo la oportunidad de coincidir con miembros de la Fundación Unidos Colombia y Venezuela, un grupo sin fines de lucro que, asegura, cambió su historia de migración en el país hermano.

Trabajar en FUNCOLVEN ha sido mi mayor alegría, me ha dado el conocimiento del trabajo social, me ha dado esa vocación de servir, de ayudar a muchas personas y, de verdad, me siento sumamente tranquilo, con un bienestar de que he podido ayudar a muchas personas. He podido saber asesorar a muchas personas, cuando no lo hacía, no era mi trabajo en Venezuela“, dice orgulloso.

Gracias a la Fundación se me han abierto muchas puertas de trabajo, he conocido mucha gente, muchas organizaciones internacionales, como ACNUR, OIM, Organización Internacional de Migrantes, he conocido muchas organizaciones que me han tendido la mano y de pronto, han ayudado a nuestra población“.

De Colombia se fue caminando hasta la Frontera Sur entre México y Estados Unidos, y desde diciembre del año 2023 vive en la ciudad de Chicago. Dice que, pese a lo traumático de su exilio, espera con ansias el momento en que se pueda vivir en libertad en Venezuela.

Yo deseo, de verdad, que la situación de nuestro país mejore, se componga, que salga ese gobierno que está, que cada familia pueda llegar y reencontrarse con sus familiares… lo hemos dejado todo, sin embargo, nuestras casas, hemos dejado todo, nuestras comunidades para de pronto luchar y empezar desde cero, pero no hay mal que por bien no venga“.

Esta historia continuará…