
La agenda de Donald Trump contra la inmigración ilegal tomó fuerza en todo Estados Unidos. Su plan de realizar “la deportación masiva más grande de la historia” incluye el aumento de recursos en maquinaria y dinero destinados a las agencias federales, como el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. (ICE, por sus siglas en inglés).
Por La Nación
Las primeras medidas de Trump para impulsar las deportaciones masivas
Entre sus primeras acciones en la Casa Blanca, el republicano ordenó la colaboración entre el ejército y las agencias federales, y envió soldados a la frontera con México. Luego, se utilizaron aviones militares para la repatriación de inmigrantes a sus países y se acudió a diferentes fuerzas como la del Departamento de Justicia para que colabore con las agencias migratorias.
John Sandweg, exdirector interino de ICE durante la administración de Barack Obama, señaló en una entrevista con CNN que “el mayor obstáculo que tiene el estado son los recursos”, sentenció.
“Al elevar esto a una prioridad de seguridad nacional, se aprovechan los abundantes recursos del Departamento de Defensa y del Departamento de Justicia con los agentes federales y se produce un aumento inmediato de estos”, añadió.
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En este plano, la nueva gestión le solicitó a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) que colabore con el ICE. Según CNN, la financiación a esta agencia federal ha sido históricamente insuficiente, y eso se tradujo en un número limitado de agentes. Por eso, la actual administración promueve el apoyo de las fuerzas locales para trabajar en conjunto.
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