
El excanciller de Colombia, Álvaro Leyva Durán, ha empezado a distanciarse del presidente Gustavo Petro. En la última semana, ha publicado dos crípticos mensajes en su cuenta de X contra el Gobierno al que perteneció durante un año y medio, entre agosto de 2022 y enero de 2024, cuando fue suspendido e inhabilitado por la Procuraduría.
Por Juan Miguel Hernández Bonilla | EL PAÍS
En una primera comunicación, quien fuera el ministro de Relaciones Exteriores criticó la forma en la que el presidente asumió la crisis diplomática con Estados Unidos. Pocos días después, en la mañana de este lunes, insinuó que Petro nombró a alguien en un cargo muy poderoso porque esa persona posee una información delicada, y carece de méritos para ocupar el puesto. El hasta ahora fiel escudero del presidente de izquierda cierra los dos mensajes con un mismo interrogante: “¿Será el anticipo de algo más de fondo para lo cual los colombianos nos debemos preparar?”.
El pasado 30 de enero, Leyva escribió que está en desacuerdo con la manera en que Petro negó el ingreso de dos aviones enviados por el Gobierno de Donald Trump con cientos de migrantes colombianos. “¿Domingo 26 de enero día fatídico para Colombia? ¿Se trató de una comedia? ¿Tragedia más bien? ¿Atinado el Jefe del Estado? ¿Desatinado? Lo manifestado por él, los momentos escogidos para hacerlo y la forma, pareció impropio de su elevada condición”, escribió. El mensaje causó revuelo porque era la primera vez que Leyva criticaba públicamente a su antiguo jefe. Lo hizo justo después de que la firma Thomas Greg & Sons desistiera de la millonaria demanda que había interpuesto contra el Estado colombiano por una decisión de la Cancillería bajo Leyva de declarar desierta la licitación para entregar el contrato de expedición de pasaportes, en la que esa compañía era la única proponente habilitada.
Sin esa demanda haciéndole sombra, quizás con un poco más de libertad, el veterano político de origen conservador volvió a arremeter contra el Gobierno. Su segundo trino fue más incisivo. “El jueves 30 de enero pregunté por este medio si el domingo 26 del mismo mes había sido un día fatídico para Colombia. Agregué mediante preguntas si se trataba de una tragedia o una comedia con elenco de segunda o de tercera. Recuérdenlo. Terminó siendo una tragedia”, comenzó. La diatriba siguió sin un destinatario concreto, pero es fácil asumir que se refería al nombramiento de Laura Sarabia como Canciller, al nombramiento del exsenador Armando Benedetti como jefe de gabinete de la Casa de Nariño, o a ambos: “Cuál sería mi sorpresa cuando apenas unos días después, alguien del elenco fue ascendido a las máximas alturas del Estado. Alguien a quien por mala suerte conocí. En un momento dado me acerqué al abismo de su alma. Allí asustan”.
El mensaje, retomado por varios líderes de la oposición, concluye con una grave acusación contra la supuesta forma en que el mandatario ha elegido a su círculo más cercano: “¿Ascendió porque conoce demasiados secretos non santos de hechos de los cuales hizo parte y lo está cobrando? ¿Lo afirmo yo? No. Lo dice la calle. Mejor dicho, es vox populi. ¿El dicho completo? Vox populi, vox dei. Y para qué decirnos mentiras, afuera lo saben”.
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