Bajos salarios limitan el crecimiento económico de los jóvenes en Carabobo

Bajos salarios limitan el crecimiento económico de los jóvenes en Carabobo

Foto referencial

 

Este 12 de febrero se celebra el Día de la Juventud en Venezuela. Generalmente, la juventud se asocia con la etapa de construir un proyecto de vida, trabajar por la estabilidad económica y sentar las bases del futuro.

Por lapatilla.com





Sin embargo, algunos jóvenes consultados en Carabobo manifestaron que visualizan muy lejos la meta de tener estabilidad económica en el país.

Paula Sequera tiene 26 años de edad y egresó hace cinco años de la Escuela de Relaciones Industriales de la Universidad de Carabobo. A pesar de que ha podido ejercer lo que estudió, admite que cada vez es más difícil vivir de los ingresos que genera con su carrera.

“El principal desafío que enfrentamos los jóvenes es la economía en Venezuela. Creo que nos tocó vivir la época más difícil en Venezuela. Muchos tuvimos la oportunidad de estudiar, otros no, pero yo creo que, indiferentemente de eso, a todos nos afecta la economía por igual, estés ejerciendo o no”, comentó.

Señaló que las ofertas de trabajo formal son insuficientes, y las pocas que se consiguen, no son bien remuneradas.

“A muchas personas nos ha tocado agarrar trabajo por necesidad, no por gusto, y conformarnos con lo que están pagando porque es la única opción que tienes y no te puedes permitir darte el lujo de quedarte sin trabajo. Entonces, es complicado porque la economía es mala, la inflación nos tiene mal, las ofertas de trabajo que hay son pocas y cuando consigues una, el pago es malo, pero te ves obligado a tener que aceptar”, indicó.

Abraham Ortiz, un joven de 24 años, hizo algunos cursos en el área del marketing digital con la intención de conseguir un empleo bien remunerado este año, pero apuntó que la mayor oferta que ha conseguido es un trabajo de oficina en el que le pagan 150 dólares al mes. “Igual lo tuve que aceptar porque no he conseguido otras opciones y yo necesito llevar comida a mi casa, pero no me parece justo ese salario porque yo solo hago el trabajo de tres departamentos. Además, eso no alcanza para cubrir todos los gastos de comida al mes”, manifestó.

Rebeca Díaz tiene más de un año de graduada de abogada. Dijo que a pesar de que no puede vivir de su profesión, no pierde las esperanzas de poder superarse y lograr la tan ansiada estabilidad. “Yo amo lo que estudié, pero después de varios meses intentándolo, no he podido sostenerme con los trabajos que he hecho de abogada. Entonces, decidí montar mi emprendimiento de arreglar uñas en la casa y con eso es que resuelvo. Igual sigo intentando salir adelante en mi país”, expresó.