
El sábado 11 de enero, el coronel venezolano Alexander Enrique Granko Arteaga (43) fue vitoreado en Caracas. En medio de una ceremonia en el Palacio Miraflores, fue uno de los 34 funcionarios de ese país que recibió la condecoración Orden Bicentenario de la Victoria de Ayacucho, otorgada por Nicolás Maduro.
Por: La Tercera
De pelo largo, barba prominente y un caminar rudo, Granko Arteaga subió al escenario en medio de aplausos para estrechar la mano de Maduro y colgarse la medalla de honor.
El reconocimiento fue un “premio” a los fieles del presidente de esa nación, entre los cuales también estaban ministros, otros militares, jueces y fiscales. Todos los presentes, al igual que “Barba” -el apodo de Granko-, tenían algo en común, y es que han sido sancionados con medidas económicas por Estados Unidos, la Unión Europea (UE), Reino Unido y Canadá. Esto último luego de que informes de organismos internacionales los sindicaran como autores y/o cómplices de crímenes del régimen.
Para enfrentar estos cuestionamientos de estas potencias mundiales es que Maduro decidió realizarles un reconocimiento, por ser “enemigos del imperialismo”. “Gracias a su valentía, Venezuela tiene instituciones fuertes y está en paz”, dijo con orgullo Nicolás Maduro ese día.
Pese a que el soldado se encuentra a más de 4.900 kilómetros de Chile, su nombre resuena en uno de los casos más graves del último tiempo. Y es que en el expediente por el crimen del militar desertor Ronald Ojeda, cometido el 21 de febrero del año pasado, hay más de una diligencia que hace pensar que Granko no fue solo quien urdió el secuestro, sino que ejecutó la captura del disidente venezolano en Chile.
La entrega de medalla del 11 de enero no es el primer gesto de agradecimiento que Granko, actual jefe de la Dirección de Asuntos Especiales (DAE) de Venezuela, ha recibido por parte del gobierno de su país.
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