
La gripe aviar, que históricamente representó una amenaza sobre todo para las aves y los humanos que trabajan con ellas, dio un giro inquietante, sostiene el artículo de portada de New York Magazine.
Por Infobae
Aunque este virus estuvo presente durante años, su reciente propagación en diversas especies animales y su posible evolución hacia una amenaza para los seres humanos reavivó temores de que estemos al borde de una crisis de salud pública.
Con la aparición de nuevas cepas del virus, la respuesta de las autoridades fue tanto tardía como fragmentada, lo que generó inquietudes sobre la preparación del país ante lo que podría convertirse en una pandemia de gran escala.
Un brote inesperado en el corazón de Texas
En febrero de 2024, un grupo de ganaderos en el Panhandle de Texas notó síntomas extraños en sus vacas. Los animales presentaban fiebre, dejaban de comer, y sus ubres se inflaban debido a mastitis, una condición dolorosa que dificultaba el ordeño.
Este tipo de síntomas no era desconocido, pero la rapidez con la que se extendieron entre los rebaños de la región causó alarma. Las pruebas iniciales no revelaron ninguna causa común, como metales pesados o infecciones bacterianas. Sin embargo, pronto se descubrió que algo más estaba ocurriendo.
Los veterinarios se dieron cuenta de que el brote se extendía más allá de las vacas. Varios trabajadores agrícolas comenzaron a presentar síntomas de conjuntivitis y fiebre. “La enfermedad, aunque inicialmente misteriosa, estaba comenzando a tomar un rumbo alarmante”.
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