
Desde las ciudades más modernas hasta los rincones más remotos del planeta, las cucarachas demostraron ser uno de los seres vivos más resistentes y adaptables.
Por Infobae
Estos insectos desarrollaron mecanismos de supervivencia que les permitieron persistir a lo largo de millones de años. Mientras algunas especies se convirtieron en plagas urbanas difíciles de erradicar, otras juegan un papel esencial en los ecosistemas.
Las cucarachas han prosperado en todos los continentes excepto en la Antártida, con una diversidad de más de 4.600 especies, según la revista Popular Science. Sin embargo, la percepción popular se centró en apenas dos docenas de ellas, aquellas que invadieron los hogares humanos.

Esto generó una imagen negativa del insecto, vista principalmente como un símbolo de suciedad y deterioro. Pero más allá de su reputación, su biología oculta características extraordinarias.
Resistencia y reproducción: el secreto de su éxito
Si hay una especie que supo aprovechar las oportunidades dentro de las viviendas humanas, esa es la cucaracha alemana (Blattella germanica). Según dijo el entomólogo urbano Warren Booth Popular Science: “Básicamente, son el tipo de especie perfecto para invadir una casa”.
Su tasa de reproducción es clave en su éxito: una sola hembra puede poner hasta 250 huevos en su vida, permitiendo que una infestación crezca en poco tiempo.
Su pariente cercana, la cucaracha americana (Periplaneta americana), va un paso más allá en términos de supervivencia. Las hembras pueden reproducirse sin necesidad de un macho, gracias a un proceso llamado partenogénesis.
Esto significa que pueden generar descendencia a partir de huevos no fertilizados, asegurando la continuidad de la población incluso en ausencia de compañeros reproductivos.
Pero su resistencia no se limita a la reproducción. Las cucarachas poseen habilidades regenerativas sorprendentes. Pueden reconstruir extremidades perdidas, regenerar partes de su tráquea e incluso sobrevivir a lesiones que serían fatales para otros insectos.
“Pueden hacerlo con sus tejidos internos. Pueden perder toda su tráquea, y luego esta puede regenerarse”, aseveró Booth.
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