
La comunidad venezolana del sur de Florida lleva tiempo reuniéndose en el restaurante El Arepazo para conmemorar importantes hitos.
Por CNN
Aquí es donde activistas ondearon banderas venezolanas para celebrar cuando el presidente Joe Biden anunció hace cuatro años las protecciones contra la deportación para los inmigrantes del país, y donde simpatizantes de la oposición venezolana se han reunido para realizar manifestaciones y seguir con ansiedad los resultados electorales en su país.
Pero la multitud que asiste al almuerzo ha disminuido desde que el gobierno del presidente Donald Trump decidió el mes pasado revocar el estatus temporal que había permitido a cientos de miles de inmigrantes venezolanos permanecer legalmente en Estados Unidos y anunció un acuerdo con el gobierno autoritario del país para reiniciar los vuelos de deportación.
“Se puede sentir el miedo”, dijo Daniel Oropeza, beneficiario del Estatus de Protección Temporal (TPS por sus siglas en inglés) cuya familia entera enfrenta la posibilidad de ser deportada, sentado en el patio exterior del restaurante. “Dejas de hacer las cosas que solías hacer porque no sabes con certeza si dentro de un par de semanas podrás permanecer en el país”.
La decisión de Trump ha generado un sentimiento de traición en este suburbio de Miami, conocido cariñosamente como “Doralzuela”, donde viven más inmigrantes venezolanos que en cualquier otra ciudad de Estados Unidos. Los venezolanos-estadounidenses contribuyeron a la contundente victoria de Trump en la ciudad, donde su margen de victoria aumentó aproximadamente 20 puntos porcentuales entre 2020 y 2024. Los votantes de la comunidad expresaron su aprecio por la línea dura de Trump ante los abusos del gobierno en su país y no esperaban que deportara a sus familiares.
Noel Ginestra votó por Trump, pero ahora su hermana, beneficiaria del TPS, enfrenta una posible deportación. Si bien aún apoya al presidente, expresó su esperanza de que la revocación del TPS se bloquee en los tribunales.
“Lo apoyé, pero nos decepcionó que decidiera cancelar el TPS”, dijo Ginestra, refiriéndose a los venezolanos. “Nos molestó que metiera a todos en el mismo saco”.
La inquietud de los votantes venezolano-estadounidenses ilustra el mayor riesgo político que Trump está asumiendo al intentar revocar las protecciones contra la deportación para ciertas comunidades inmigrantes, incluso cuando los latinos se inclinaron más hacia la derecha al apoyar su campaña de reelección.
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