Familiares, amigos y vecinos de los zulianos Andy Perozo, Rigo Rincón, Mervin Yamarte y Eduard Hernández aseguraron que ellos no son miembros la banda terrorista venezolana el Tren de Aragua. Sin embargo, los cuatros jóvenes fueron deportados el pasado fin de semana de los Estados Unidos a El Salvador.
Corresponsalía lapatilla.com
Con pancartas, pitos y franelas de equipos de fútbol los vecinos y familiares se concentraron en el barrio Los Pescadores donde viven los cuatros zulianos deportados, hacen un llamado de piedad y emergencia a las autoridades del Ejecutivo Nacional para que activen los protocolos necesarios para que sus familiares sean liberados.
Ana Luz Ríos, de 65 años de edad , abuela de Eduard Hernández, uno de los jóvenes deportados dijo entre lágrimas y consternada, que está viviendo el peor capitulo de su vida. “Mi nieto es un hombre sano, buen hijo y padre, abandono este país por la necesidad , para darnos una mejor calidad de vida, y ahora está injustamente en un cárcel y de terroristas, mi nieto ni siquiera tiene prontuario policial”, aseveró.
Aseguran que ellos son hombres de bien que fueron en busca del “sueño americano” y están viviendo “la pesadilla americana”. Denuncian que sus derechos humanos fueron violados porque debían ser trasladados a su país natal no a El Salvador.
Angely Paz es hermana de Andy Javier Perozo, y relató que según conversaciones que sostuvieron con él y Mervin Yamarte, quienes estaban en Dallas, Texas, que les habían informado el miércoles pasado que serían deportados a Venezuela.
“La familia estaba a la espera de que ellos llegaran, nuestra sorpresa es cuando vemos un video que subió Mervin que iban a ser trasladados a El Salvador. Nos enteramos por un video, nadie nos dijo nada, y desde ese día no responde. Andy, mi hermano, se fue a los EEUU para ganar dinero y ayudar a su familia para comprar una casa y mira donde terminó en un cárcel, esto es injusto”, dijo entre lágrimas.
Alvaro Caballero, es entrenador del equipo de fútbol del barrio Los Pescadores, aseguró que los deportados “no son criminales, son deportistas, tuvieron que abandonar su pasión el fútbol, por buscar un mejor trabajo y calidad de vida cosa que en Venezuela, no tenían desde hace años ya”.