
El matrimonio conformado por Gene Hackman y Betsy Arakawa acumuló un patrimonio de 80 millones de dólares, y ese impactante monto no incluye la cartera inmobiliaria de la pareja, que disponía además de tres costosas propiedades. Todo ese combo forma parte de la batalla por la herencia, librada por los tres hijos del afamado actor.
Por Clarín
El ganador de dos Oscar tenía 95 años, y su esposa 65, cuando ocurrió la doble tragedia en su propia casa de Nuevo México, donde los encontraron sin vida a fines de febrero. Al principio los investigadores se centraron en determinar qué había pasado, y aunque la investigación sigue abierta, arribaron a conclusiones unánimes sobre las respectivas causas de muerte y las potenciales fechas del deceso.
Una vez que se conocieron algunos detalles del testamento de Hackman, surgieron nuevos interrogantes. El primer punto a considerar es que decidió dejarle su abultada fortuna y su mansión de Santa Fe, tasada en 3,8 millones de dólares, a un fideicomiso supervisado por su esposa.
Arakawa desempeñaba un papel fundamental en la gestión financiera, y el actor no les asignó responsabilidades similares a ninguno de sus hijos. En el remoto caso de que ella muriese primero, tal como los investigadores aseguran que ocurrió, -con aproximadamente una semana de diferencia- todo su dinero iría al mismo fideicomiso creado por su marido, conocido como Gene Hackman Living Trust, y nombró a la abogada Julia Peters como su representante personal para que tomase las riendas de sus últimos deseos.
Lo primero que hizo la letrada fue solicitar que no se hiciesen más declaraciones públicas sobre las autopsias ni la causa judicial, bajo el argumento del derecho a la privacidad, luego de que la pareja llevase una vida privada ejemplar durante más de 30 años sin haber exhibido su estilo de vida desde que el actor anunció su retiro de Hollywood.
Las propiedades a nombre de Betsy Arakawa: 11 millones de dólares más
Pese al intento de la abogada porque no se filtrase más información, hay nuevos detalles sobre el patrimonio que reveló el diario The Sun. Además del complejo de Santa Fe donde murieron, estimado en un valor de 3,8 millones de dólares, se descubrió que tenían dos propiedades adicionales.
Tenía una enorme propiedad comercial en Honolulu, Hawái, un edificio de uso mixto que incluía negocios y departamentos residenciales, que según la oficina de tasación de impuestos, está valuado en más de 6 millones de dólares.
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