
Cansada de las extensas guardias y tener que lidiar con mascotas y sus dueños enojados, una joven veterinaria decidió darle un giro a su carrera profesional y optó por convertirse en actriz porno para “hacer algo más divertido”.
Por: Clarín
Charlie Forde, de 36 años, nació el 3 de abril de 1989 en Brisbane, Australia. De joven se interesó por la medicina y la salud, lo que la llevó estudiar fisioterapia y tener sus primeras prácticas profesionales en las unidades de cuidados intensivos de los hospitales locales.
Pronto se dio cuenta de lo que realmente la apasionaba era brindar atención y cuidado a los animales, por lo que decidió estudiar para ser veterinaria.
Pero esta profesión no resultó ser lo que esperaba. “Ser veterinaria era agotador y tenemos una tasa de suicidio seis veces más alta a la nacional”, aseguró Forde en diálogo con el medio británico DailyMail.
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