
La población indocumentada que hay en Estados Unidos oscila entre 11 y 13 millones de personas, dependiendo de la fuente, pero la eliminación de las vías legales que existían hasta ahora podría añadir más de dos millones de personas. Resulta paradójico que un Gobierno que se ha impuesto como objetivo expulsar del país a todos los migrantes indocumentados, se dedique a engrosar su lista, empujando a las sombras a quienes tenían un estatus legal.
Por El País
“Al cancelar estos programas, lo que está haciendo es aumentar el número de inmigrantes indocumentados que están en este país. Y no solamente eso, los están empujando más a las sombras. Los están empujando más a la ilegalidad con estas políticas que quieren infundir miedo y pánico entre la comunidad inmigrante”, explica Vanessa Cárdenas, presidenta de la asociación pro migrante America’s Voice.
Indocumentada es una persona que carece de papeles que le permitan residir de forma legal en un país. En Estados Unidos, los migrantes indocumentados lo son porque han entrado al país ocultándose, evitando un puesto fronterizo oficial, o les ha caducado la visa (de trabajo, turista o de estudiante) y no se han marchado. Con la actual Administración, sin embargo, hay una modalidad floreciente: los migrantes que entraron por una vía legal y disfrutaban de un permiso temporal que ha sido revocado. Es el caso de quienes se beneficiaban de programas como el TPS (Estatus de Protección Temporal), parole humanitario o llegaron por medio de la aplicación CBP One, ideada para agendar citas con las autoridades de inmigración. A ellos se suman los cientos de estudiantes internacionales que se matricularon en las universidades del país y que ahora ven sus visas revocadas.
El temor de quiénes pueden ser los próximos en perder su estatus se ha generalizado entre la comunidad inmigrante después de ver cómo miles de personas perdían de la noche a la mañana el derecho a residir en el país.
El Gobierno de Joe Biden aprobó programas nuevos para frenar el creciente número de indocumentados que llegaban y que causó una crisis migratoria que le pasaría factura en las urnas. Para no colapsar más de lo que ya estaba la frontera, se diseñó el CBP One, una aplicación de citas para solicitar el asilo antes de entrar a Estados Unidos. La semana pasada se revocó el permiso temporal que tenían las 936.500 personas que entraron por esta vía legal hasta diciembre de 2024. Varias de ellas recibieron cartas en las que se les obliga a abandonar inmediatamente el país por medio del CBP Home, una aplicación que ha sustituido al CBP One, y que supuestamente sirve, en vez de para entrar, para salir.
Lea más en El País