Un oficial venezolano reveló cómo es la fraudulenta estructura de ascensos militares en la Fanb

Un oficial venezolano reveló cómo es la fraudulenta estructura de ascensos militares en la Fanb

Vladimir Padrino López cambió su discurso y se refirió a los méritos y no a la lealtad.

 

 

“Toda la estructura de ascensos es un fraude”, le dice un coronel retirado a Infobae a propósito de los reiterados mensajes que desde el Alto Mando Militar se están emitiendo con relación a la etapa de ascensos en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB). Hace alusión al ministro de Defensa, GJ (Ej) Vladimir Padrino López, destacando que “Padrino es de ese talento sin probidad y retoma el bonito discurso del mérito”.





Por Sebastiana Barráez | Infobae

El oficial hace referencia a lo manifestado recientemente por el titular castrense, porque Padrino en esta oportunidad, a través de un video colgado en sus redes sociales, habló de reconocer méritos y no como lo había venido sosteniendo en años anteriores, de que lo principal era la lealtad.

Destaca el coronel, en conversación con Infobae, que “la Junta de Ascenso normalmente está conformada por oficiales que también están siendo “valorados” por otras Juntas para ascender y van a cumplir la orden para quitar mérito a los que estorban y colocarle mérito a los que van a ser beneficiados, con el barniz de órgano colegiado”.

Resalta que la Exposición de Motivos que justifica la Ley de Ascensos, ordenado en el Artículo 331 de la Constitución, expresa que “la profesión militar es una carrera a dedicación exclusiva con única fuente laboral”, de manera que los jóvenes ingresan a los institutos de formación militar para formarse en “una profesión que solo podrán ejercer con un solo patrono, el Estado venezolano, a través de su Fuerza Armada Nacional”.

Basado en ese mandamiento legal, el oficial destaca que en la profesión castrense “no aplica la modalidad del concepto del libre ejercicio, y se profesa durante un lapso legal de tiempo máximo regido por los principios de disciplina, obediencia y subordinación”, con valores como moral, honor, lealtad, fe militar, que influye en las relaciones interpersonales de sus integrantes “y consolidan la jerarquización y su manifestación más profunda: liderazgo”.

Se generaliza el poder absoluto del superior sobre la vida oficial y privada del subalterno.

 

Agrega que la condición de profesión militar la otorga la Constitución y legitima su ejercicio dentro de la institución que, al asignarle misiones a cumplir, según artículo 328, “enfatiza sobre una actuación institucional que en ningún caso puede estar al servicio de una parcialidad personal o política, sino exclusiva de toda la nación”.

Por esa razón, dice el oficial, los grados o jerarquías son la base de esa institucionalidad y se apoyan en el principio de que “a mayor grado o jerarquía, corresponde mayor preparación intelectual, profesional, y moral, pues estas sostienen las cualidades requeridas para una posición de autoridad”.

Explica más adelante “que si 20 superiores diferentes califican a 20 subalternos de una misma promoción en diferentes partes de Venezuela, y todos cumplen sin valorar las órdenes impartidas, y se relacionan bien con sus jefes, generalmente éstos le colocan la máxima nota en todos los aspectos de la Hoja de Evaluación; afectando en justa dimensión las naturales diferencias intelectuales, académicas, y éticas que obligatoriamente existen entre ellos”.

“Como numéricamente todos son excelentes, entonces en forma arbitraria a través de Juntas de Ascensos o sin ellas, utilizando factores correctivos arbitrarios, o lo que es peor, afinidades políticas, personales, o las autoridades de turno los diferencian a priori, creando mérito donde no hay y desapareciéndolo donde existe, utilizando entonces los ascensos militares como instrumento de coerción o de recompensas inmerecidas, creando grupos de lealtades cuestionables”.

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