El asesinato de Omar Hernández, un niño hondureño de 13 años, ha dejado una profunda herida en su familia y en la comunidad latina de Los Ángeles, que se ha volcado en apoyo a los Hernández tras la pérdida de su ser querido.
Por Infobae
El cuerpo de Omar fue hallado el pasado 2 de abril en Oxnard, después de que visitara la casa de su entrenador de fútbol en Lancaster y no regresara. El hombre, identificado como Mario Edgar García Aquino, de 43 años, ha sido arrestado y enfrenta cargos de homicidio con circunstancias especiales por actos lascivos con un menor, según informó el periódico Los Angeles Times.
La familia Hernández, originaria de Marcala, La Paz, un pueblo hondureño conocido por su producción de café, emigró a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades. Sin embargo, este sueño se transformó en una pesadilla con la pérdida de Omar, quien había llegado al país hace tres años junto a su madre, Gladys Hernández.
Una tragedia que conmocionó a toda la comunidad
Omar era descrito como un niño tranquilo, amable y humilde, con una gran pasión por el fútbol. Admirador de Lionel Messi y del Barcelona, soñaba con convertirse en futbolista profesional o trabajar en construcción, como su padre y su hermano.
Según reportó el L.A Times, la familia de Omar reportó su desaparición, luego de que tomara un tren a Lancaster para visitar a su entrenador y no se supiera nada de él desde entonces.
Nathan Hochman, fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, confirmó que los cargos señalaban a Aquino como el asesino de Omar, cuya vida fue arrebatada el 28 de marzo.
Agentes del Departamento del Alguacil del Condado de Los Ángeles arrestaron a Aquino por un caso de delito sexual pendiente de 2024
El sábado 12 de abril, la familia organizó un funeral en la Iglesia Católica del Inmaculado Corazón de María, en el Este de Hollywood, donde se encuentra una representación de la Virgen de Nuestra Señora de Suyapa, a quien han encomendado su dolor.
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