Familia de niña muerta en Barlovento aún pide justicia

Foto News Report/ Maigualida Soto, madre de la niña

La madre de la pequeña de 11 años asesinada el pasado 7 de julio, asegura que la policía ha realizado numerosas pesquisas, pero que hasta los momentos, no ha dado con el paradero del homicida. Exige que autoridades le den respuesta oportuna y se haga justicia por el atroz asesinato que la ha dejado sin sosiego

News Report

Maigualida Soto es una madre que no encuentra sosiego, desde que le asesinaron a su hija de 11 años en la población rural de Quebrada Fofa-El Cogollal (Barlovento), municipio Acevedo del estado Miranda, el pasado 7 de julio del 2012.





Aunque asegura que funcionarios del Cicpc han tomado numerosas pruebas y evidencias del caso, no le ofrecen, después de seis meses del crimen, una respuesta concreta de quién es el asesino para que pague por el homicidio, y se haga justicia.

“Yo siento que la policía no me habla claro de lo que pasó. Me dicen que hay sospechosos, y que han hecho pruebas, pero hasta ahora no hay nada concreto”.

Añade la madre de Wanda Chacín Soto, que la muerte de su pequeña fue muy dolorosa, pues además de ser ultrajada, fue asesinada de un golpe en la cabeza y luego abandonado su cuerpo en una zona boscosa de difícil acceso.

Según las versiones de la familia de la víctima, Wanda salió el sábado 7 de julio con destino a casa de la abuela cerca de las 3.30 de la tarde. Una vecina asegura haberla visto salir de la vivienda, pero luego no supo más nada.

La niña habría sido raptada en ese camino, y su madre asegura que nunca llegó a la parada para abordar un colectivo.

Ralata la progenitora, que ante la ausencia de la pequeña, se movilizaron sus familiares en su búsqueda desde el mismo sábado y colocaron la denuncia en el Cicpc de Caucagua, donde funcionarios alegaron que había que esperar 72 horas para proceder.

Pese a esta situación, los familiares siguieron buscando a la niña, junto a un grupo de vecinos. Fue el día siguiente, el domingo 8, cuando los vecinos ubicaron el cadáver de la pequeña en un matorral. El Cicpc les había advertido que de encontrar el cuerpo, no lo tocaran. “Nos guiamos por una cholita de mi hija que encontró un vecino en el camino, y esa pista nos llevó hasta donde estaba ella”, dijo Maigualida.

Por la poca capacidad de respuesta del Cicpc en Caucagua, vecinos de Cogollal hicieron una protesta exigiendo justicia en la zona. Posteriormente, un grupo de vecinos se fue con la familia de Wanda a la avenida Urdaneta de Caracas donde protestaron frente al Ministerio Público.

No obstante, a la fecha de hoy, el caso de la niña Wanda sigue pareciendo “un cangrejo” para la policía. Maigualida, desesperada, llama con insistencia a la fiscal que lleva el caso, pero asegura que aún no le dan respuesta concreta. “Me dijeron que esta semana traerán a Caracas tres jóvenes de la comunidad para hacerles pruebas, pero siempre me dicen lo mismo, pruebas y pruebas”.

Maigualidad sospecha que el culpable vive todavía en la propia comunidad. Añade que el caso ha sido difícil porque aunque un grupo de vecinos la ha apoyado en las protestas; otro grupo se ha sentido molesto por la toma de evidencias y los interrogatorios. “Espero que ese grupo entienda que ellos también tienen familia allí, y tienen niñas. Hay muchas niñas en esa comunidad que hay que proteger”, expresó la madre de Wanda. Asegura que la escuela de la zona queda muy apartada del caserío, por lo que todos los muchachos tienen que pasar por el mismo camino, donde fue raptada la pequeña.

Maigualida sostiene que hay vecinos que tienen temor y quizá por eso no denuncian los hechos. “Es un poblado pequeño, ¿cómo es posible que nadie vio nada, ni dice nada?”. Señala que varios choferes de transporte fueron interrogados, y todos dijeron que ese día no trasladaron a nadie extraño ni foráneo de la localidad.

“No saben la angustia que es vivir sabiendo que el culpable está libre, y que seguramente sigue allí en el mismo lugar”, dijo Maigualida.

La madre indicó que al parecer hay una persona clave en el caso que hasta ahora no habría sido interrogada, un hombre que ese día pasó corriendo cerca de la niña cuando ella iba caminando. “Me dicen que lo vieron nervioso o en actitud extraña, la gente no sabe hacia dónde se metió después”. La mamá sospecha que a su hija le montaron una trampa y “ya le tenían el ojo montado desde que salió de la casa”. Presume que el homicida era conocido por su hija, pues sería la única razón para haberle dado muerte.
La dama dijo que no entiende por qué las autoridades no logran resolver este crimen. “Yo veo que otros casos los resuelven rápido, ¿por qué el de mi hija no?, se preguntó.

Maigualida pidió que la policía realice más patrullaje en Quebrada Fofa-El Cogollal.