Gustavo Coronel: La carta “de Chávez”

Gustavo Coronel: La carta “de Chávez”

Siguiendo la cadena de farsas y fraudes que comenzó el 10 de Enero pasado, es evidente que la carta que Maduro leyó en Santiago de Chile no fue escrita por Hugo Chávez pero si por alguien quien supo imitar muy bien su cursilería y su impertinencia. Quizá fue un esfuerzo a cuatro manos de Luis Britto García e Isaías Rodíguez, ya que combina la afición por la pompa del uno con la tanguera ridiculez del otro. Lo cierto es que la carta es cínica, cursi y muy característica de la vacía retórica que anima a esta gente. Por ejemplo, este párrafo introductorio:

 “Imposible no sentir a Simón Bolívar palpitando entre nosotros en esta Cumbre de la Unidad. Imposible no evocar a Pablo Neruda, a Pablo de Chile y de América, en esta tierra y en este presente de Patria Grande del que estamos hechos: Libertador, un mundo de paz nació en tus brazos. La paz, el pan, el trigo de tu sangre nacieron, de nuestra joven sangre venida de tu sangre saldrán paz, pan y trigo para el mundo que haremos”.

Este párrafo nos suena como escrito por Isaías.





El autor o autores se entusiasman con su vómito patriótico, porque agregan:

“Bolívar, siempre Bolívar. En este 2013 estamos conmemorando el Bicentenario de la Campaña Admirable: 200 años de aquella prodigiosa gesta bolivariana. El 14 de mayo de 1813 un Ejército de neogranadinos y venezolanos partió desde Cúcuta al mando del entonces Brigadier Simón Bolívar, avanzando con una prodigiosa rapidez, combatió y venció en Niquitao, Los Horcones y Taguanes para liberar el centro y el occidente de Venezuela, entrando triunfalmente el 6 de agosto de aquel año de gloria en Caracas. La victoria militar de los patriotas tuvo una trascendente consecuencia política: el nacimiento de la II República de Venezuela”.

Uno se pregunta: que relevancia tendrá la batalla de Taguanes en lo que discutirá en la reunión de Santiago de Chile? Y añaden los escribidores:

“ya nos vamos pareciendo a todo lo que una vez fuimos y a todo lo que quisimos ser pero nos fue arrebatado; nos vamos pareciendo a la Pachamama, a la cintura cósmica del Sur, a la reina de las Naciones y la madre de las Repúblicas”.

Lo de cintura cósmica del sur es lo más importante de este párrafo.  Pero, la verdad es que la ccarta ya llevaba dos páginas de paja y todavía no entraba en materia. La carta continúa con más referencias a Neruda, con citas seleccionadas, una carga avasllante de ridiculez e irrelevancia. Pero esto es el menor  de los males, porque cuando entra en materia pasa de la curilería al cinismo. Dice:

La única respuesta a la crisis que han encontrado los países del Primer Mundo ha sido el recorte del gasto social y de la inversión pública. Desde la CELAC, nosotros podemos sostener el crecimiento económico con una fuerte inversión social, acordando una agenda común para la igualdad y para el reconocimiento al derecho universal que tiene cada uno de nuestros ciudadanos, sin exclusión, a recibir salud y educación gratuitas”.

Este párrafo habla de inversión social cuando en Venezuela lo que ha habido bajo el mandato del sátrapa es un fuerte gasto social, no reproductivo, basado en el subsidio y la limosna electorera. Lo que el sátrapa o quien le escribe llama inversión social ha sido un caerle a realazos a los pobres como estrategia para captarlo políticamente. Ello ha funcionado a ese nivel pero no ha convertido a los venezolanos en ciudadanos capaces de crear riqueza. Los ha acentuado en su papel mendicante de quien lo espera todo del estado. Se reparten peces, no se enseña a pescar. La carta miente al hablar de inclusión porque en Venezuela el sátrapa ha impuesto un régimen bestial de exclusión, según el cual la mitad del país que opone la satrapía  no existe para el estado.

La otra recomendación de la carta es: “consensuar acuerdos que nos permitan crear y llevar adelante una agenda energética común. Contamos con una fortaleza, de entrada, para enfrentar el panorama extremo de un mundo donde las fuentes energéticas tienen sus días contados… Allí está la experiencia exitosa de PETROCARIBE para demostrar que sí es posible construir una alianza energética con base en la reciprocidad”.

Esta recomendación es errónea, señal de ignorancia, porque asume que las fuentes energéticas “tienen sus días contados”, en un momento en el cual estas fuentes proliferan, sobre todo en los países consumidores que antes dependían de países como Venezuela y que ahora desarrollan sus propios recursos. Y es bastante cínica por hablar de PetroCaribe como experiencia exitosa, cuando esta organización es un excelente ejemplo de colonialismo, al dar hidrocarburos para comprar lealtades políticas y recibir cambures y caraotas, cuando no espías y controladores cubanos como “remuneración”.  Sus resultados se vieron en la farsa de Caracas, cuando los paísitos que la forman fueron obligados a firmar una declaración de solidaridad con el fraude para seguir recibiendo sus barrilitos de petróleo.

Como resultado de la lectura de esta carta por parte de Maduro hubo aplausos en público y risotadas en privado por parte de la “distinguida” audiencia que fue a coronar a Raúl Castro, circo donde los payasos y los contorsionistas dominaron la escena.