Las comparsas alusivas a las revoluciones populares, tema escogido por la escuela de samba Nené de Vila Matilde, fueron las encargadas de abrir hoy el segundo día de desfiles del carnaval brasileño en el sambódromo Anhembí, de Sao Paulo.
Las carrozas y disfraces de las diferentes alas de la escuela homenajearon los momentos de sublevación en la historia brasileña, pasando desde las manifestaciones indígenas y revoluciones de los esclavos negros, hasta los movimientos sociales del siglo XX.
El Sambódromo de Sao Paulo está considerado como la segunda gran “pasarela de la samba” en Brasil, un país que desde el viernes se entregó a cinco días de juerga continua en las calles y en recintos cerrados, como el paulista y el de Río de Janeiro, donde la gran fiesta comenzará la noche de este domingo.
Como es tradicional, las escuelas del grupo especial de Sao Paulo desfilan el viernes y sábado de carnaval, mientras que las de elite en Río de Janeiro lo hacen el domingo y el lunes.
De manera inversa, las escuelas del grupo de acceso, una especie de “segunda división” lo hacen el viernes y sábado en Río de Janeiro y el domingo y lunes en Sao Paulo.
Después de Nené de Vila Matilde, las 30.000 personas que colmaron el sambódromo paulista tendrán sobre la pasarela otras seis escuelas, en su orden: Gavioes da Fiel, Mocidade Alegre, Tom Maior, Unidos de Vila María, Académicos de Tucuruví e Império de Casa Verde, que concluirá su presentación con los primeros rayos del sol.
La juerga, que está desatada desde el viernes en todas las ciudades del país y con importantes concentraciones de turistas en Salvador, Recife, Olinda (Pernambuco) y Ouro Preto (Minas Gerais), entre muchas otras localidades, sólo concluirá el mediodía del próximo miércoles. EFE
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