Enfermedades mentales comparten factores de riesgo genéticos

Enfermedades mentales comparten factores de riesgo genéticos

Enfermedades mentales como el autismo, el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), la depresión, el trastorno bipolar o la esquizofrenia pueden compartir factores de riesgo genéticos, según un nuevo estudio publicado hoy en la revista médica británica “The Lancet”.

Científicos del Consorcio de Genómica Psiquiátrica (Carolina del Norte) han descubierto que hay variantes genéticas que influyen en estas enfermedades que se consideraban como clínicamente diferentes.





El estudio analizó y comparó los genes de más de 33.000 pacientes con alguno de estos trastornos con casi 28.000 sin ninguno de ellos.

El objetivo del análisis era encontrar variaciones genéticas comunes que pudieran ser factores de riesgo de alguno de los cinco desórdenes mentales.

Finalmente, descubrieron cuatro variantes genéticas comunes (dos de las cuales controlan los niveles de calcio en el cerebro) que parecen aumentar el riesgo de trastorno bipolar, depresión o esquizofrenia en adultos.

Otros análisis posteriores desvelaron que los genes que controlan los canales de calcio -encargados de la relación entre las células del cerebro a través de señales eléctricas- pueden ser importantes también en el desarrollo de las cinco enfermedades.

“(Este hallazgo) Puede cambiar el modo en que definimos y diagnosticamos las enfermedades, basado en causas biológicas. Algunos de estos desórdenes tienen más relación entre ellos de lo que habíamos pensado”, señaló el líder del estudio, Jordan Smoller, profesor de psiquiatría en Harvard (Boston).

No obstante, los expertos todavía no entienden exactamente cómo estas variantes están implicadas con los desórdenes.

“Esta es la primera pista que tenemos sobre genes concretos y vías que pueden causar una mayor susceptibilidad ante un determinado número de desórdenes”, agregó Smoller.

El científico apuntó, además, a que los factores genéticos descubiertos pueden ser sólo una pequeña parte del riesgo que finalmente desemboca en desórdenes como la depresión o la esquizofrenia.

“No son suficientes para predecir el riesgo de un individuo. Puedes tener todas estas variaciones y, en cambio, nunca desarrollar un desorden psiquiátrico”, subrayó. EFE