Miguel Sogbi: Chávez, su última elección

Miguel Sogbi: Chávez, su última elección

Falleció Hugo Chávez. Tan inevitable como la muerte, son las elecciones que están por venir.

¿Cuándo? Cuando el calculo político del neo chavismo que comienza así lo considere.

Desconozco cual será el tiempo que escogerán, pero para ellos pareciera que será mejor pronto que tarde. Mejor antes que después. Mejor con la llama encendida, que con las lágrimas secas.





 

Toda decisión electoral es emocional y nada más emocional que la muerte y sus ritos.

El único opositor con números buenos y capital político en el bolsillo en este momento es Henrique Capriles Radonski. Pareciera que las circunstancias le obligan y que a él no le disgusta la idea, amén del gigantesco riesgo que significaría una derrota en su aún expectante carrera política. Pero más allá de quien sea el candidato, le pedimos que no sea ingenuo, si cree que se enfrentará con Maduro.

Nicolás Maduro, en el entendido que se cumplan las últimas palabras de su mentor, sólo será el cuerpo presente. El candidato una vez más será Hugo Chávez. Esta será su última elección.

Si vivo era un campeón electoral, ahora será mucho más difícil de batir.

Ya es sabido por muchos, que no son buenos gobernando, pero si comunicando. Todo comenzó desde el mismo momento en que Hugo Chávez ungió a Maduro como candidato electoral. La factoría de slogans ya se había activado. “Yo soy Chávez”, fue el primer producto terminado. Comenzaba entonces la construcción del mito.

La campaña es predecible, no por ello poco efectiva. Spots con el fallecido presidente designando a Maduro sucesor. Las mejores y más dramáticas imágenes de sus seguidores llorando en el funeral. Testimonios de amor y de afecto. Declaraciones de los líderes del mundo lamentando su pérdida y diciendo que su legado siempre vivirá. Vídeos extraordinarios con los mejores momentos de estos 14 años.

Electoralmente será un Cristo. Resucitará al tercer día o antes. Los cristianos dicen Cristo vive en ti. La maquinaria chavista dirá, Chávez vive en ti.

Un adversario duro de vencer. Pero tienen un problema. El vivo. Maduro no tiene madera. No es que no quiera, ni que no pueda aprender. Pero las distancias son gigantes cuando el tiempo apremia.

Radical. Poco emocional. Irascible. Seco. Corto de verbo. Ese es el Maduro que yo conozco y el que los electores también. Sino se administra se le pueden complicar las cosas y ese debe ser el reto de su adversario. Sacarlo de la cueva, convertirlo en candidato, hacer que hable, que se muestre como es, que la gente vea que Maduro no es Chávez.

El opositor designado, no podrá atacar a Chávez. Pero si a la gestión y sobre todo a sus acompañantes. No al nuevo Dios que tratarán de construir, sino a los pecadores, para desmovilizar al elector rojo, mientras con otra mano deberá alentar a los millones de venezolanos cansados de estos 14 años. Esta será la única y difícil, pero no imposible manera de ganarle a Chávez su última elección.