Corea del Norte anuncia que entra en guerra con Corea del Sur y prepara misiles para ataque a EEUU

La agencia de noticias coreana Yonhap anunció en un Última Hora que Corea del Norte entraba en estado de guerra con su vecino de Corea del Sur en las primeras horas del sábado en la región.

Corea de Norte anunció hoy que ha entrado en “estado de guerra” y advirtió de un “combate a gran escala” fuera de la región, a través de un comunicado de la agencia estatal norcoreana KCNA.





“Desde ahora, las relaciones Norte-Sur entrarán en estado de guerra y los asuntos que surjan entre el Norte y el Sur serán tratados de acuerdo con ello”, señaló el régimen a través de un anuncio especial publicado en la agencia estatal.

En su habitual tono belicista, los medios norcoreanos publicaron ayer que su líder Kim Jong-un ordenó tener preparados sus misiles para atacar en “cualquier momento” intereses de EEUU y Corea del Sur

En su nuevo anuncio Corea del Norte aseguró que “la situación en la cual no hay ni guerra ni paz de la península de Corea ha terminado”.

Las dos Coreas han permanecido técnicamente en guerra desde el final del conflicto que las enfrentó entre 1950-1953 y que concluyó con un alto el fuego, tras el cual se firmó un armisticio y acuerdos de no agresión.

El comunicado advirtió además de un “combate a gran escala” más allá de la región si Corea del Sur y EEUU continúan con sus actividades militares en la zona desmilitarizada entre las dos Coreas.

Según la KCNA, que actúa de portavoz del régimen, el anuncio especial de hoy ha sido emitido por el Partido de los Trabajadores, ministros y otras instituciones.

Estos anuncios se enmarcan en la campaña de amenazas que el régimen de Pyongyang dirige a Corea del Sur y EEUU desde que el pasado día 7 de marzo la ONU anunciara nuevas sanciones al país comunista por su última prueba nuclear de febrero.

En dichas sanciones, China, principal aliado de Corea del Norte, respaldó y apoyó la penalización contra Pyongyang, una maniobra que según los analistas ha profundizado el aislamiento y la incapacidad para poder anticipar su inesperada respuesta.

Esta misma semana Corea del Norte anunció la suspensión de la única línea de comunicación militar que mantenía con Corea del Sur y que gestiona el acceso al complejo industrial común de Kaesong, en medio de una escalada de tensión entre los dos países.

EFE

Más temprano

El dirigente norcoreano Kim Jong-un ordenó este viernes empezar los preparativos para atacar con misiles el territorio de Estados Unidos y sus bases en el Pacífico y Corea del Sur, indicó el órgano oficial del régimen norcoreano, la agencia KCNA.

La orden fue emitida durante una reunión de emergencia nocturna con los altos mandos del ejército, indicó KCNA, y es una respuesta directa a las maniobras conjuntas de Estados Unidos y Corea del Sur en la península con bombarderos furtivos estadounidenses B-2, capaces de transportar armas nucleares.

En caso de provocación “temeraria” de Estados Unidos, las fuerzas norcoreanas “deberán atacar sin piedad el [territorio] continental estadounidense […] las bases militares del Pacífico, incluyendo a Hawái y Guam, y las que se encuentran en Corea del Sur”, declaró Kim, citado por la agencia oficial.

El jueves, en un contexto de escalada de tensión entre las dos Coreas, dos bombarderos furtivos B-2 sobrevolaron Corea del Sur, una manera para Estados Unidos de subrayar su alianza militar con Seúl en caso de agresión del Norte.

Según la agencia oficial, Kim Jong-un dijo que el vuelo de los bombarderos furtivos equivale a un “ultimátum y demuestra que quieren lanzar a cualquier precio una guerra nuclear”.

El jefe de estado mayor del Ejército Popular de Corea, el director de operaciones y el comandante de operaciones estratégicas y cohetes estuvieron presentes en la reunión de emergencia, realizada este viernes a las 00H30 locales (15H30 GMT del jueves), según la KCNA.

Washington no suele anunciar los vuelos de entrenamiento del B-2, un avión diseñado para penetrar las líneas enemigas y bombardear objetivos estratégicos desde gran altitud (hasta 15.000 m).

Este viernes decenas de miles de militares y de civiles norcoreanos desfilaron en el centro de Pyongyang en una demostración de apoyo masivo a un eventual ataque militar contra Estados Unidos.

La manifestación se llevó a cabo en la plaza Kim Il-Sung y reunió a soldados, ex combatientes, trabajadores y estudiantes. Kim Jong-Un, el dirigente de Corea del Norte, no estaba presente.

La televisión nacional informó que la manifestación era en apoyo a la decisión del ejército norcoreano tomada el martes, y ratificada por el dirigente del país el viernes, de ordenar preparativos en vistas de ataques con misiles hacia el continente americano y las bases estadounidenses del Pacífico.

“La declaración era el ultimátum del ejército coreano contra los imperialistas estadounidenses”, declaró un portavoz al comienzo de la manifestación.

Bajo los retratos gigantes del padre de Kim Jong-Un, Kim Jong-Il, y de su abuelo Kim Il-Sung, los civiles y los soldados alineados juraron obediencia al actual dirigente.

“¡Saquemos las armas y las bombas por nuestro respetado líder Kim Jong-Un!”, gritaron con el puño en alto.

China pide calma

Considerado indetectable y capaz de volar cerca de la velocidad del sonido, el B-2 puede transportar hasta 18 toneladas de armas convencionales o nucleares, incluidas 16 bombas de 900 kg guiadas por satélite y ocho bombas GBU-37 antibunker.

Corea del Norte ya había amenazado el martes a Estados Unidos con atacar su territorio y sus bases en el Pacífico, pero se trataba de un anuncio, también a través de la agencia oficial, proveniente del ejército. En este caso se trata del dirigente del régimen.

China pidió este viernes a las partes interesadas “que hagan esfuerzos colectivos para distender la situación”. “La paz y la estabilidad en la península coreana es algo beneficioso para todos”, declaró el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino, Hong Lei.

China es el único aliado de Corea del Norte y su principal socio comercial, que le suministra recursos energéticos indispensables para su economía.

Por su parte, Rusia advirtió este viernes contra “acciones unilaterales” que pueden “hacer perder el control de la situación” en Corea del Norte, donde el régimen prepara misiles para atacar eventualmente a Estados Unidos.

“Podemos perder el control de la situación, está entrando en la espiral de un círculo vicioso”, declaró el jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov, en rueda de prensa.

“Estamos preocupados por el hecho de que se toman acciones unilaterales, que consisten en intensificar las actividades militares, en relación a Corea del Norte y en paralelo a la reacción apropiada del Consejo de Seguridad de la ONU y a la reacción colectiva de la comunidad internacional”, agregó.

Rusia llama a todos los países a “abstenerse de mostrar su fuerza militar y a no utilizar la situación actual para alcanzar objetivos geopolíticos en la región por medios militares”, añadió.

El jueves, Washington dijo una vez más estar “preparado para enfrentar cualquier eventualidad” procedente de Corea del Norte, indicó el secretario de Defensa estadounidense, Chuck Hagel.

Los expertos militares estadounidenses apuntan sin embargo que, por el momento, el aumento de la retórica belicosa de Corea del Norte no va acompañada de acciones militares.

Pyongyang, por ejemplo, ha evitado al máximo las tensiones entorno a las instalaciones industriales de Kaesong, compartidas con Corea del Sur, y que proporcionan al Norte ingresos vitales para su economía.

Desde principios de marzo y la adopción de nuevas sanciones de la ONU contra Pyongyang, después de una tercera prueba nuclear, Corea del Norte ha aumentado la virulencia de sus declaraciones, amenazando a Seúl y Washington con “ataques estratégicos” y con una “guerra total”.

“Pero no hay que interpretarlo como señal de una guerra inminente”, dijo Kim Yong-hyun, un experto surcoreano de la Universidad Dongguk. “Es una reacción esperada y calibrada por el despliegue de B-2, y este juego con Estados Unidos va a seguir”, agregó.

AFP