Venezolanos votan masivamente para elegir un nuevo presidente (Fotos)

Los venezolanos acudían masivamente este domingo a las urnas para elegir a su presidente entre el chavista Nicolás Maduro y el opositor Henrique Capriles, tras 14 años de liderazgo único e indiscutido del fallecido Hugo Chávez, cuya revolución dividió profundamente al país.

“Vamos a romper récords de participación”, se felicitó Maduro, presidente encargado y favorito, al votar en el barrio caraqueño de Catia, adonde acudió con su esposa, Cilia Flores, que llevaba alrededor del cuello una bufanda roja, el color del chavismo.





Once millones y medio de electores, de casi 19 millones, ya había votado unas cuatro horas antes del cierre de los colegios, agregó Maduro, que también estaba acompañado por las dos hijas mayores de Chávez y el esposo de la primera, el vicepresidente Jorge Arreaza.

Maduro adelantó que aguardará los resultados electorales en el ‘Cuartel de la Montaña’, el museo donde reposan los restos de Chávez y se mostró tan confiado en la victoria: “Voy a ser presidente de la República por los próximos seis años en nombre de mi comandante Hugo Chávez”.

Capriles votó por su parte en el acomodado barrio de Las Mercedes y pidió a sus seguidores una “avalancha” de votos para garantizar una “verdadera democracia” en Venezuela.

“Le pedí a nuestro pueblo que el voto sea graneadito (por tramos) y así ha sido (…) Ahora avalancha, todos a votar”, conminó Capriles, vestido con la chaqueta de la selección nacional de fútbol.

Pidió además a los opositores denunciar cualquier “atropello” que se detecte y aseguró que “los abusos” serán derrotados con votos, en alusión a supuestas irregularidades cometidas por los oficialistas, como actos de proselitismo.

La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, afirmó que “la única novedad es que no hay novedad”, precisando que la jornada se desarrollaba con normalidad.

En el centro de votación de Maduro, Ana Guerrero, una peluquera de 56 años, explicó a la AFP que su madre se operó de la rodilla y de la columna gracias a la ayuda del gobierno de Chávez.

“Hoy está en juego el destino de nuestra patria y tenemos que seguir a nuestro líder, hacer lo que nos pidió” de votar por Maduro, agregó.

“Vine a votar pensando en el país, en lograr un cambio radical, completo. En Venezuela ya no se aguanta la carestía, la inseguridad, el desabastecimiento. No hay nada, no hay inversiones. Si gana Maduro vamos a seguir con todo eso”, afirmó Orlando Lasso, un empresario de 54 años, en el bastión opositor de Chacao.

Las elecciones se dan al término de una campaña marcada por el luto de los chavistas y el culto al mandatario, convertido en una figura casi religiosa.

Maduro, de 50 años, busca el voto respaldado en dos poderosas armas: el hecho de que Chávez pidió antes de morir el voto para su heredero político y disponer de una fuerte capacidad de movilización electoral.

“Su campaña ha estado centrada en el mensaje de que él es ‘hijo’ del comandante, eso simbólicamente es muy importante, pero también está la movilización de todos los recursos para garantizar el voto”, como el uso de autobuses del Estado, dice a la AFP el sociólogo Ignacio Avalos.

En Twitter algunos chavistas recordaban la estrategia del 1×10 – en la que cada militante asegura diez votos -, mientras los opositores propagaban la etiqueta #yoSoyMovilizador.

Maduro, un exconductor de bus y colaborador fiel de Chávez desde los inicios de su revolución bolivariana, promete continuar el legado de su mentor en pro de los más desfavorecidos y mantener sus populares programas sociales costeados con la renta petrolera, pese a los síntomas de agotamiento de ese sistema subrayados por analistas.

Segunda oportunidad para Capriles

Frente al delfín del hombre fuerte que gobernó Venezuela desde 1999, todavía omnipresente en el discurso oficialista y en afiches en la calle, Capriles hace su segunda apuesta presidencial en seis meses.

El gobernador de Miranda (norte), de 40 años, que perdió en octubre contra Chávez por 11 puntos, ha sorprendido a los observadores logrando movilizar en masa a sus seguidores, en una breve campaña de diez días.

Capriles aceptó lanzarse a la carrera pese a estar en clara desventaja en los sondeos y ese gesto de “valentía política”, además de un discurso más duro y directo buscando desligar a Maduro de Chávez, “le ha funcionado bien”, según Avalos.

La publicación de encuestas está prohibida esta semana en Venezuela, pero las últimas conocidas constataron una reducción considerable de la brecha entre Capriles y Maduro, que llegó a aventajarle de 20 puntos tras la muerte de Chávez.

Ambos candidatos mantuvieron un tono agresivo durante la campaña: Maduro acusó a la “burguesía”, como denomina a la oposición, de pretender acabar con los beneficios sociales de los pobres y Capriles tildó a su rival de “mentira fresca” y “enchufado” del poder.

El tono agrio evidenció la fractura social que reina en el país, alimentada durante los últimos años por el discurso polarizador de Chávez, quien trazó una línea divisoria entre ricos y pobres y decidió que quien no estaba con él, estaba contra él.

El próximo presidente, que gobernará hasta 2019, afrontará el reto de enderezar una economía totalmente dependiente de la renta petrolera y golpeada por el déficit público, la inflación o la escasez, entre otras cosas. Atacar la inseguridad, con 16.000 homicidios en 2012, la mayor tasa de Suramérica, también será una de las prioridades.

Los resultados electorales serán anunciados por el CNE cuando su tendencia sea irreversible, previsiblemente unas tres horas después del cierre de los centros a las 22H30 GMT o cuando no queden electores en las filas.

La oposición se ha mostrado recelosa de la imparcialidad del CNE, aunque el proceso electrónico de votación es considerado por observadores internacionales de gran confiabilidad. AFP

Fotos Reuters y EFE