Roban piezas de oro a una Virgen en Bolivia

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La virgen del santuario de Copacabana, el más importante centro católico de peregrinación en Bolivia, al este de La Paz, sufrió el robo de piezas de oro y plata, informó un jefe de la Policía del lugar en declaraciones a una radio local.

AFP

El coronel Mario Cata, jefe de la Policía de Copacabana, a 156 km al este de La Paz y sobre el Lago Titicaca, dijo a la radio católica Fides que “ha llegado el personal de laboratorio de criminalística de La Paz, estamos haciendo el levantamiento de huellas y evidencias”.





Cata afirmó que, según las primeras versiones de los responsables religiosos de la iglesia de Copacabana, se trataría de 18 piezas de oro y plata, entre ellas una corona, anillos y brazaletes de oro y plata de las imágenes de la virgen y del Niño Jesús, que fueron sustraídas el lunes en la madrugada.

Todavía no se pudo cuantificar el valor material del robo.

Cata expresó además su sorpresa de que el sistema de alarma de la Iglesia estuviera desactivado el día que se cometió el delito, a pesar de que suele estar encendido todo el tiempo.

“La Virgen constaba con un sistema de alarma, que lamentablemente, no nos explicamos por qué, estaba desactivada. Según manifiestan los encargados, se dejó sin activar la alarma”, acotó el jefe policial de Copacabana, una localidad de unos 15.000 habitantes.

“Existen muchas personas que viven ahí, catorce personas sumando un policía que presta servicio las 24 horas en el interior de la Iglesia”, añadió.

Los pobladores se encuentran en una suerte de vigilia y realizaron una misa pública en el atrio del templo para pedir en oraciones que se encuentren a los autores y se recupere el material sustraído, según imágenes difundidas por el canal privado de televisión ATB.

El santuario fue saqueado en 1980 y en 2011 fueron robadas unas plaquetas ornamentadas de oro.

A mediados de marzo de cada año, Copacabana se convierte en el más importante centro de peregrinación en Bolivia. Miles de personas acuden entonces a ver la imagen de la Virgen de la Candelaria, tallada en madera maguey por el indígena Francisco Tito Yupanqui, que fue entronizada en 1583.