Gobierno refuta a Obama e insiste en que estadounidense detenido es espía

Venezuela restó importancia a las críticas del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y se mantuvo firme en su posición de que un estadounidense detenido en Caracas es un espía que se hace pasar por director de cine.

En una gira por Latinoamérica, Obama dijo el sábado que la acusación contra Timothy Tracy, de 35 años, era “ridícula”.





Pero el ministro del Interior venezolano, Miguel Rodríguez, insistió en que los agentes de inteligencia que seguían a Tracy desde fines del 2012 recogieron amplia evidencia de que estaba complotando con militantes opositores para desestabilizar Venezuela.

“Cuando uno quiere hacer trabajo de inteligencia en otro país, todas esas grandes potencias que hacen ese tipo de trabajo y hacen espionaje utilizan mucho la fachada de cineasta, de documentalista, de fotógrafo, de periodista”, dijo Rodríguez en una entrevista televisada.

“Porque bajo esa fachada ellos pueden ir a cualquier parte, penetrar cualquier sitio”, agregó.

Los comentarios de Obama sobre Tracy, sumado a otros cuestionamientos a las credenciales democráticas del presidente Nicolás Maduro tras las ajustadas elecciones del mes pasado, enfurecieron al Gobierno y revivido las acusaciones de “injerencia imperialista”.

El sábado, Maduro criticó fuertemente a Obama y en declaraciones que recordaban el lenguaje antiestadounidense de su mentor, el fallecido Hugo Chávez, se refirió al presidente de Estados Unidos como “el jefe mayor de los diablos”.

Maduro, un ex chofer de autobús de 50 años que se convirtió en canciller y vicepresidente de Chávez, ha protestado contra Washington en los mismos términos que el fallecido líder bolivariano, aunque también ha avivado las esperanzas de algún acercamiento diplomático al ofrecer diálogo.

“Creo que Maduro, de hecho, quiere mejorar las relaciones con el norte (Estados Unidos), pero como es vulnerable dentro de su país en este momento necesita revivir viejas retóricas para reforzar su apoyo interno”, dijo un diplomático occidental en Caracas.

El caso Tracy significará una prueba de las intenciones de Maduro hacia Estados Unidos, un país que sigue siendo el principal mercado de exportación del petróleo venezolano a pesar de años de hostilidad política.

Amigos y familiares de Tracy, que ejercía como director y productor en Los Angeles según su perfil de la red LinkedIn, dijeron que el joven se volvió un apasionado de la política venezolana y que tenía excelentes relaciones en ambos países.

Sin embargo, el ministro del Interior venezolano respondió que Tracy se había “disfrazado” como militante pro-Chávez para ganar credibilidad en algunos círculos.

Unos 500 videos de él e intercambios de correo electrónico con activistas de la oposición demuestran que estaba en medio de violentas conspiraciones con estudiantes, agregó Rodríguez.

“En esos videos, los muchachos -esos radicales, fascistas- piden dólares al gringo (a Tracy)”, dijo.

Diplomáticos de Estados Unidos aún no han podido visitar a Tracy en prisión, donde espera cargos formales.

Reuters