Mientras el gobierno regional, en conjunto con la Hidrológica del Caribe (Hidrocaribe) inauguraba ayer una red de agua potable para 2 mil personas en las cercanías del vertedero de Cerro de Piedra -zona rural del municipio Bolívar-, vecinos de comunidades aledañas solicitaron al Ejecutivo extender el suministro para ellos.
Habitantes de los caseríos Campo Alegre I, II y III aseguran no contar con el servicio de líquido potable, sino que pagan Bs 20 por cada pipote que les venden los dueños de cisternas que circulan cada tres días por el área.
Alicia Méndez estima que unas 200 familias están afectadas por la falta del recurso y aseguró que la mayoría se dedica a la producción de maíz, ají y pollo, así como a la cría de terneros.
“Nosotros en estos sectores hemos sido olvidados porque somos unos simples campesinos. Las cisternas que envía el gobierno pasan una vez al mes y mientras tanto, debemos pagar a los privados cuando tenemos plata”.
Méndez expuso que en ocasiones deben usar la laguna de Campo Alegre como fuente de suministro, incluso con la contaminación que -dijo- afecta al área.
Hernán Gómez, otro de los residentes, denunció que los niños se enferman porque el agua está almacenada por mucho tiempo, pues deben “estirar” lo poco que compran para no quedarse sin dinero.
“El problema no es que el agua venga por cisterna sino que es muy cara y las que son gratis vienen de mes en mes. Si es por eso, nos morimos de sed”.
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