Producción de cemento bajó 60% por paralización de hornos

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Los problemas son conocidos: La desinversión, contrataciones colectivas vencidas desde hace cinco años y la falta de depuración en la empresa para el logro eficiente de su nacionalización, así lo han hecho saber los propios trabajadores del sector.

La industria ha tenido traspiés desde la nacionalización de la empresa en el año 2008, los cuales se han ido agudizando con el pasar de los años. Sin ir muy lejos la cifras en promedio de números de producción se han venido a pique, y un claro ejemplo es que la capacidad nominal de la planta Lara es de nueve mil toneladas de cemento por semana y esta ha disminuido 60%, es decir entre 3.500 y 4.000 toneladas por semana y esto a consecuencia de que tres hornos están fuera de funcionamiento, por ello “se ha dejado de producir cemento blanco y se ha tenido que importar desde Colombia”, según lo dio a conocer Orlando Chirinos, presidente de Antracem y secretario general del sindicato de la planta cementera de Lara.

Pese a  los múltiples problemas que atraviesan ven como positivo la reunión que sostuvieron con el presidente Nicolás Maduro a quien le plantearon la necesidad de hacer de la industria cementera nacional autosustentable, firmas de contratos colectivos vencidos desde hace cinco años; la falta de inversión y mantenimiento en las plantas. También aprovecharon para plantear la persecución a la dirigencia sindical.





Chirinos resaltó que “el interés de los trabajadores es reimpulsar los objetivos de la nacionalización y hacer que la industria cementera recupere la producción”. Ayer jueves entregaron un informe al Ministro de Industrias Básicas, Ricardo Menéndez.

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