Voto local con sabor nacional por @felixseijasr

Para todos es un hecho obvio que el objetivo elemental en las elecciones del próximo 8-D, es obtener alcaldías y puestos en los concejos municipales; sin embargo, existe otro objetivo ineludible para las dos principales fracciones políticas del país: dar una muestra contundente de apoyo popular que afiance los argumentos y acciones que estas vienen ofreciendo al país, y así robustecer sus posiciones con miras a, en el caso de los oficialistas conservar el poder y en el caso de la oposición conquistarlo. Si el oficialismo logra una victoria contundente, los argumentos de la oposición sobre las irregularidades que condujeron a Maduro a la presidencia, así como aquellos que aseguran que ha existido un retroceso significativo en las fuerzas oficialistas durante el mandato de Nicolás Maduro, podrían quedar por el suelo, mientras que si es la oposición quien obtiene un apoyo sólido el 8-D, sus reclamos cobrarán una aurora de certeza que logrará potenciarlos.

Con esto no queremos decir que el resultado del próximo mes de diciembre indique de alguna manera lo que pudo haber pasado el 14-A, así como tampoco lo que ocurriría en estos momentos en una hipotética elección Capriles-Maduro; de hecho, esto no es así. Existe una clara diferencia entre una elección presidencial y una elección de alcaldes; estos son dos fenómenos muy distintos para los cuales las personas recurren a diferentes estructuras valorativas para de decidir su voto.

En una elección presidencial, el votante pondera las opciones sobre la base de que está eligiendo a un mandatario al que probablemente jamás verá en persona y cuyo impacto en su día a día dependerá de acciones de alcance nacional, no personalizadas, que le podrán favorecer de manera indirecta. Las personas entonces tienden a ver a esta figura como algo que pertenece a un nivel al cual ellos no tienen acceso directo, rodeado de una complejidad tal que entender todos los detalles no está a su alcance. Por lo tanto, la evaluación se centra en la capacidad que perciben en un candidato y en quienes le rodean, para manejar aquel mundo que toca lo nacional e internacional en el área económica, política y social.





En el caso de las elecciones municipales, el votante acudirá a las urnas a elegir a quien espera ver periódicamente en su calle, frente a su casa, a quién acudirá directamente para esbozar sus problemas personales, a esa persona que barrerá y mantendrá alumbrada su calle y de quien espera acciones rápidas a la hora de solucionar problemas en su comunidad; los residentes de un municipio esperan votar por “su vecino”. Para el elector, esta persona está al alcance y el impacto que ella puede generar en su día a día es percibido como directo y expedito. En este caso, lo “político”, entendido como la corriente partidista a la que pertenezca un candidato, pierde cierto peso en la escala valorativa de un elector, quien dará mayor importancia a la capacidad que perciba en cada candidato para solucionar los problemas de “su casa” y su entorno. También es cierto que el peso que al final es asignado a cada uno de estos factores cambia según el tipo de municipio. Mientras más rural es el municipio, mayor peso es asignado a lo local, mientras que en la medida en que el municipio es más urbano, lo político crece y puede llegar a ser tan importante como el factor local.

Si todo lo que hasta aquí hemos dicho opera de manera independiente en cada municipio, tendremos 335 realidades que deben ser evaluadas en lo particular si se quiere entender a cada uno de esos “pequeños ecosistemas”, cuya suma, claro está, no traduce necesariamente el estado del escenario nacional presidencial. Sin embargo, será inevitable que el resultado de esa operación aditiva sea interpretado como una medición de las fuerzas políticas a nivel nacional, y que, por lo tanto, aquel que se sienta vencedor utilice la “victoria” para fortalecer tal percepción.

He aquí entonces la realidad que enfrentan las agrupaciones políticas para el próximo 8-D y sobre la cual deberán establecer sus estrategias de campaña: una elección en la cual el voto será decidido por motivadores con un fuerte componente local, pero cuyos resultados serán apreciados por la población como el reflejo del balance de las fuerzas políticas en el ámbito nacional.

 

Félix L. Seijas Rodríguez