El acelerado incremento de los precios obliga a tener más billetes de cien bolívares en la cartera para cancelar las compras de cada día mientras que las piezas de poca denominación caen en desuso.
VÍCTOR SALMERÓN | EL UNIVERSAL
Consciente de este proceso el Banco Central, el organismo que fabrica los billetes o encarga su elaboración en el exterior, multiplica las piezas de mayor denominación.
El resultado es que entre julio de 2012 y julio de este año el número de billetes de bolívares cien en circulación registra un salto de 79% para ubicarse en 566 millones de piezas.
Los consumidores sienten el cambio que viene operando en la economía. “Tres años atrás pagar con un billete de cien bolívares en la panadería una compra de pan, queso y leche era un problema para la cajera porque no tenía como darte el vuelto, ahora ese billete solo te alcanza para pagar medio kilo de queso”, dice Francisco González.
En enero de 2008 las autoridades lanzaron al mercado el “bolívar fuerte” como símbolo de un nuevo tiempo de estabilidad y prosperidad pero la inflación ha desgastado velozmente a la moneda.
Al cierre de julio de este año 27% del total de los billetes que circulan en la economía son de cien bolívares versus 3% al momento del lanzamiento del bolívar fuerte.
A diseñar
Consultores extranjeros expertos en el tema monetario han elaborado trabajos sobre Venezuela y precisan que en vista del aumento que ya han experimentado los precios y el alza que se proyecta para el mediano plazo durante los próximos cinco años el Banco Central tendrá que emitir billetes de doscientos, quinientos y mil bolívares.
De lo contrario, a la vuelta de dos años los billetes de cien bolívares representarán más de la mitad de las piezas en circulación y será necesario un número muy alto de billetes para comprar la misma cantidad de cosas que adquieren hoy.
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