Silk Road, el Amazon de las drogas ilegales

Silk Road, el Amazon de las drogas ilegales


Está fuera de discusión que la venta de drogas ilegales es un negocio lucrativo porque existe un mercado para ellas. Pero antes, para conseguir drogas, era necesario conocer a alguien y visitarlo, o arreglar un punto de reunión; la calidad de los productos podía no sólo no ser óptima sino francamente peligrosa. Reseña PijamaSurf

Si ponemos entre paréntesis por un momento las razones por las cuales se consumen drogas y nos enfocamos en el ámbito de las transacciones, Silk Road ha dado una enorme lección de eficiencia. No es viejo el tema de comprar drogas en Internet, incluso ha llevado a la pregunta de si comprar online puede derrotar a los carteles. Pero, ¿cómo es que una tienda así puede operar y quién está detrás?

Para acceder a Silk Road es necesario estar familiarizado con el uso de Tor, un sistema para navegar de manera invisible en las aguas profundas del Internet, y todas las transacciones se realizan a través de Bitcoins, una moneda virtual igualmente difícil de rastrear.





Pongamos por caso que “alguien” quiere comprar un gramo de Alprazolam o una onza de la cannabis White Rhino: luego de seleccionar los productos en tu carrito de compras, como harías en Amazon o Mercado Libre, los compradores envían sus Bitcoin al sistema de Silk Road y se ponen en contacto con el vendedor, enviándole una dirección de entrega. Esta dirección es borrada automáticamente por el sistema luego de que ha sido vista.

Los Bitcoin permanecen congelados y el vendedor envía las drogas por correo postal. Cuando el paquete es recibido, el comprador debe confirmar de conformidad el recibo y el vendedor puede cobrar los Bitcoin. Si el paquete se pierde, los fondos permanecen congelados mientras el vendedor y el comprador llegan a un acuerdo (algunos vendedores ofrecen reembolsos parciales). Si te preguntas cómo es que el sistema de correo pasa por alto los paquetes con drogas, es porque en ocasiones se esconden estas en tarjetas de cumpleaños o paquetes de dulces, pero de todas formas el peligro de comprar en grandes cantidades ha hecho que la policía encuentre y rastree hacia el comprador la procedencia del paquete.

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