El dirigente Pablo Medina se atavió con una franela blanca en la que estampó su partida de nacimiento. Cada vez que se abría la chaqueta tricolor dejaba al descubierto el documento que ahora él, junto con un grupo de organizaciones, le exige al presidente de la República, Nicolás Maduro.
ADRIANA RIVERA / El Nacional
Ayer un grupo de activistas caminó por la avenida Baralt, en el centro de Caracas, hasta el Tribunal Supremo de Justicia para respaldar la solicitud de un amparo constitucional, mediante el cual el Comité de la Defensa de la Soberanía, Unidad Democracia Renovadora, Bandera Roja, Movimiento Laborista y Vanguardia Popular buscan que el TSJ obligue a Maduro a mostrar su acta de nacimiento. Aseguran que el primer mandatario tiene la nacionalidad colombiana por ser hijo de una mujer del país vecino y que no renunció a ella antes de postularse a la Presidencia o de asumir el cargo.
Las dudas sobre el origen de Maduro se detallan en el texto dirigido a la presidenta de la Sala Constitucional, Gladys Gutiérrez. Relatan que los voceros oficiales han mencionado al menos cuatro posibles lugares de nacimiento: Los Chaguaramos y El Valle, en Caracas, y El Palotal, en Táchira. El cuarto –según el texto– se desprende de las declaraciones la presidente del CNE, Tibisay Lucena, en una entrevista televisiva, en la que dijo que el acta de nacimiento del presidente se registró en la parroquia caraqueña de La Candelaria. El grupo solicitó al TSJ citar a Lucena y a la rectora Sandra Oblitas, pues el CNE tiene a su cargo el registro civil y podrían aclarar la nacionalidad del jefe del Estado.
La acción de amparo también abarcó presuntas violaciones a la soberanía. El grupo denunció la situación del Esequibo y la frontera con Guyana; además, asegura que Maduro y el canciller, Elías Jaua, vulneran la integridad nacional al negociar con Colombia los límites del golfo de Venezuela en condiciones que consideran perjudiciales.