Corea del Norte, el reino del absurdo y del surrealismo

Corea del Norte, el reino del absurdo y del surrealismo

 

Distinguir lo cierto de lo falso sobre Corea del Norte es difícil. En este país aislado y hermético, dirigido con mano de hierro desde hace tres generaciones por los Kim, los rumores más surrealistas parecen casi creíbles.





Por eso no se sabe realmente qué hay de cierto en los artículos publicados en la prensa en los últimos días sobre el joven dirigente del país, Kim Jong-Un.

Algunas de las cosas que se cuentan sobre el país espantan a cualquiera, como la información que Kim Jong-Un ejecutó a su tío arrojándolo desnudo a una jauría perros hambrientos. Pero ¿es cierto?

Fotos Reuters

Y otras son llamativas, como que una antigua estrella de baloncesto de la NBA le cantó “Happy birthday” (“Cumpleaños feliz”) al estilo de Marilyn Monroe, según cuentan turistas que asistieron a esta serenata estrambótica para celebrar que cumplía 30, 31 o 32 años. Y es que se conoce el día y el mes de su nacimiento, pero no el año.

La historia de la muerte del tío devorado por una jauría de perros, publicada en varios medios de comunicación internacionales, parece haber partido de un tuit satírico colgado en una web china.

La retomó un periódico chino, Wen Wei Po, y dio pie a artículos asombrosos en la prensa de países occidentales.

Distinguir entre la ficción y la realidad es casi misión imposible cuando hablamos de Corea del Norte, cuyo régimen amordaza los canales de información y de comunicación, lo que dificulta la verificación de los rumores.

Paralelamente, el interés de la prensa internacional es enorme, sobre todo cuando se trata de historias que confortan la idea de una Corea del Norte extraña, brutal e infradesarrollada.

Los medios de comunicación extranjeros pueden acabar amalgamando fragmentos de rumores en torno a un hecho verídico, como fue el caso de la ejecución del tío del dirigente norcoreano, anunciada en diciembre por Pyongyang.

La versión más espectacular divulgada por la prensa extranjera cuenta que Kim Jong-Un hizo que arrojasen a su tío, desnudo, a 120 perros hambrientos. Y que el tío había tenido un romance con la joven esposa del dirigente. La mujer del tío estaría en coma por un infarto provocado por la conmoción emocional.

Rumores para llenar el vacío

El régimen norcoreano sólo anunció el arresto, el juicio sumario y la ejecución del tío.

Lo restante proviene, en buena parte, de las páginas internet de norcoreanos refugiados en Corea del Sur y de medios de comunicación surcoreanos que, según analistas, tienen interés en pintar un retrato lo más sombrío posible del régimen de los Kim.

“Las noticias que vienen de un país tan cerrado como Corea del Norte siguen siendo muy limitadas […], alimentando así una serie de rumores no confirmados para llenar el vacío”, afirma Choi Jung-Hoon, director de la radio Free North Korea en Seúl.

“La gente se imagina lo que pasa en Corea del Norte: un lugar extraño y salvaje donde todo puede ocurrir”, añade Choi, que huyó de su país natal en 2007. “A veces, el retrato que hacen es grotesco, muy diferente del país en el que viví y que conozco”.

Aparte del bloqueo de la información, el culto a la personalidad de la dinastía de los Kim o el lenguaje belicoso utilizado con su vecino del Sur dan la impresión en el extranjero de que el país está en manos de una camarilla de paranoicos.

La prensa oficial norcoreana acusó a Jang Song-Thaek de ser mujeriego, drogado, “un despojo humano despreciable, peor que un perro”.

El régimen de Pyongyang es aficionado a este tipo de hipérboles, un elemento de la propaganda destinada a la población nacional.

El rechazo de Corea del Norte de confirmar o desmentir las “informaciones” exteriores no hace más que alimentar los rumores.

En cambio el régimen protesta por algunos artículos publicados en la prensa extranjera que dejan malparado a su dirigente. A modo de ejemplo, la prensa oficial calificó de “actos criminales repugnantes” la información que afirma que Kim Jong-Un se habría sometido a una cirugía para parecerse a su padre, Kim Il-Sung, fundador de Corea del Norte.

AFP