Más de 200 mineros murieron este martes y centenares más seguían atrapados bajo tierra al producirse una explosión y un incendio en una mina del oeste de Turquía, en una de las peores catástrofes industriales ocurridas en este país.
En total, 787 personas se encontraban en la mina, en la provincia de Manisa, al producirse el accidente, indicó la madrugada de este miércoles el ministro turco de Energía, Taner Yildiz.
Según el ministro, que se desplazó al lugar, “de momento fueron evacuadas 363 personas, incluyendo 151 muertos”. De los rescatados, 76 están heridos, uno de ellos de gravedad.
“El tiempo juega en nuestra contra”, advirtió Yildiz, que teme que el balance de muertos suba.
Poco antes, el alcalde de Manisa, Cengiz Ergun, dio un balance de 157 muertos en la explosión que reventó un pozo en la mina de carbón situada en la ciudad vecina de Soma, cerca de Esmirna.
La explosión habría sido causada por una falla eléctrica en un transformador, alrededor de las 12H30 GMT. El accidente causó el derrumbe de las galerías.
Muchos de los mineros lograron escapar, pero otros quedaron atrapados en una parte aislada, explicó a la AFP un responsable de la mina que prefirió guardar anonimato.
En medio de la noche, cientos de socorristas sacaban poco a poco a los heridos, muchos de ellos aquejados de problemas respiratorios. A su alrededor, cientos de colegas y familiares esperaban angustiados noticias de sus allegados.
“Estoy esperando noticias de mi hijo desde el comienzo de la tarde”, declaró a la AFP una mujer de unos 50 años, Sena Isbiler. “No tengo ninguna información y sigue sin salir”.
Un responsable de los servicios de seguridad indicó a la AFP que por la noche ya habían sido extraídos unos 50 mineros.
“Cuatro equipos de socorro están trabajando actualmente en la mina. El problema es el fuego, pero hemos enviado oxígeno a las galerías que no fueron afectadas”, dijo a la prensa el ministro de Energía.
El ministerio turco de Trabajo y Seguridad Social indicó que la mina fue inspeccionada por última vez el 17 de marzo, y que aplicaba las normas en vigor.
“No hay ninguna seguridad en esta mina. Los sindicatos no son más que marionetas y la dirección sólo piensa en el dinero”, dijo sin embargo a la AFP uno de los mineros, Oktay Berrin.
“Hay gente que está muriendo ahí dentro, heridos, y todo eso por una cuestión de dinero”, añadió muy enfadado, a su lado, uno de sus colegas, Turgut Sidal.
Vedat Didari, especialista de la industria minera, explicó a la AFP que el principal riesgo es la falta de oxígeno.
“Si los ventiladores no funcionan, los mineros pueden morir en una hora”, dijo Didari, de la Universidad Bulent Ecevit de Zonguldak.
Las explosiones en las minas de carbón son comunes en Turquía, principalmente en el sector privado, en donde, a menudo, no se respetan las reglas de seguridad.
El distrito de Soma, que tiene alrededor de 100.000 habitantes, es uno de los principales centros de extracción de lignito (carbón fósil), la principal actividad de la región.