Oswaldo Páez-Pumar: La niñera de Jaua

Oswaldo Páez-Pumar: La niñera de Jaua

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Sin duda es una expresión equívoca; y estuve a punto de jugar con ella, no con la niñera sino con la expresión, pues me resulta absurdo que un hombre que se acerca a los 45 años pueda aún tener niñera. En realidad se trata de una empleada de Jaua cuya labor es hacer de niñera. De allí que resulte natural que Elías haya pronunciado esa frase hueca muy propia de todos los irresponsables: “yo asumo la responsabilidad”.

No es necesaria esa frase vacía. Es principio casi universal, quizá sin el casi, que los directores son responsables de los daños causados por los hechos de sus sirvientes y dependientes. ¿Cuál es la responsabilidad que Jaua dice que asumirá? La de cumplir la pena que la legislación brasilera contempla para quien introduzca en su territorio un arma de fuego de manera ilegal y que sería aplicable a la niñera. Difícilmente, pues sabe, o quizá ignora pero debería saberlo, que esas penas deben necesariamente ser cumplidas por el autor material, no por quien grite “es mi culpa, yo asumo la responsabilidad”. Está claro que lo que pretendió fue que no se le aplique la sanción a ella, invocando culpa propia, porque sabe que buenas razones políticas, de haber sido él quien introdujera el arma, impulsarían al gobierno brasilero a echarle tierra al asunto y a no aplicarle la sanción.





Cuando dijo “yo asumo la responsabilidad” lo que quiso decir fue “que no se impute a nadie, que no haya responsables, que el hecho quede en el olvido”. Sin embargo, las razones políticas que impulsan al gobierno brasilero a echarle tierra al asunto no parecieran existir en el caso del gobierno venezolano. ¿O me equivoco?

Cuando  Jau  Jau ladró diciendo que asumía la responsabilidad  ¿limitó esa asunción a aquella que los brasileros podían exigir, porque sabía lo incómodo que resultaría para Brasil exigirla, mientras que  el gobierno venezolano si podría exigírsela sin mayor incomodidad? ¿O me vuelvo a equivocar?

Sin llegar al extremo de exigirle la reparación del daño consistente en el desgaste del avión por el uso, de difícil cuantificación, ¿está el gobierno dispuesto a exigirle al bocón que asumió la responsabilidad el reembolso de los gastos que implican la movilización del avión? Ya la asamblea dio muestras de que no se investigará lo ocurrido, el gasto es con cargo al presupuesto nacional de acuerdo con la regla de la revolución según la cual “entre bomberos no se pisan la manguera”. Jaua la conoce. Si todos lo hacen. Él puede sin miedo asumir la responsabilidad. No necesita niñera ¿o sí?