Recriminaciones por asesinato de dirigente opositor agitan la atmósfera electoral

Lilian Tintori (C), wife of jailed opposition leader Leopoldo Lopez, holds a picture while she speaks during a news conference in Caracas November 26, 2015. South America's regional bloc UNASUR and Venezuela's opposition called on Thursday for a probe into the murder of an activist days before a legislative election that has sparked fears of renewed political violence. Luis Diaz, a leader of the opposition Democratic Action party in Guarico state in Venezuela's central plains, was shot during a public meeting on Wednesday night, his movement said. REUTERS/Carlos Garcia Rawlins
REUTERS/Carlos Garcia Rawlins

La oposición y el Gobierno de Venezuela se trenzaron el jueves en mutuas recriminaciones en torno a la muerte a tiros de un dirigente regional opositor, agitando la atmósfera electoral a pocos días de los comicios legislativos.

Luis Manuel Díaz, de 44 años y miembro del partido Acción Democrática, fue baleado el miércoles durante un acto proselitista de la oposición en el central estado Guárico que era encabezado por Lilian Tintori, esposa del encarcelado líder opositor Leopoldo López.

El Ministerio Público informó en un breve comunicado que designó a dos fiscales para investigar la muerte de Díaz.





“De acuerdo con información preliminar, aproximadamente a las 6:30 de la noche (del miércoles), Díaz recibió un disparo”, dijo la dependencia, que no ofreció otros detalles.

Tintori, ya de regreso en Caracas, acusó directamente al Gobierno del presidente Nicolás Maduro y a sus simpatizantes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) de intentar asesinarla y de la muerte de Díaz.

“Sentí que (las balas) me las habían dado a mí. Me quieren matar. Lo denuncio (…) es terrorismo de Estado”, dijo Tintori en conferencia de prensa acompañada de dirigentes de oposición.

Tintori contó que cuando ya estaban terminando el acto de campaña para las elecciones legislativas del 6 de diciembre, ante unas 3.000 personas, escucharon una ráfaga de 10 tiros y cayó mortalmente herido Díaz, casado y con dos hijas pequeñas.

Casi simultáneamente a las declaraciones de la opositora, Maduro, desde el estado Portuguesa, en el oeste venezolano, rebatió las acusaciones y dijo que las primeras investigaciones sobre la muerte de Díaz apuntaban a un caso de sicariato por un ajuste de cuentas entre bandas, pero no ofreció más detalles.

Lo dicho por la oposición “es falso, es una acusación temeraria”, dijo Maduro a la televisora estatal.

“Cuando (Henry) Ramos Allup (jefe del opositor partido Acción Democrática) dice que bandas armadas hicieron ese acto, los está acusando a ustedes. Está acusando de asesinato a un pueblo noble”, agregó durante un acto con seguidores del partido gobernante.

Acción Democrática es parte de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

La muerte de Díaz elevó la temperatura de una campaña electoral marcada por denuncias, de parte y parte, sobre actos violentos, y en la que además por primera vez los sondeos señalan que el oficialismo va en desventaja.

Díaz es la primera víctima fatal de la violencia en vísperas de las elecciones del 6 de diciembre.

Organismos como la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y la no gubernamental Amnistía Internacional (AI), en diferente tono, solicitaron investigar los hechos en los que falleció Díaz, quién según Henry Ramos, jefe de su partido, fue hasta hace 5 años un militante chavista.

“El asesinato de Luis Manuel Díaz ofrece una aterradora visión del estado de los derechos humanos en Venezuela”, dijo AI en un comunicado.

En tanto, la misión electoral de UNASUR llamó “a las autoridades nacionales competentes para que se realice una exhaustiva investigación de este condenable hecho, con la finalidad de evitar la impunidad frente a este suceso”.

Estados Unidos también condenó el asesinato que, de acuerdo al portavoz del Departamento de Estado John Kirby, se trató de un acto de “intimidación” contra los candidatos de oposición, en atentados que no son cónsonos con una democracia. Reuters