“Aceptando la realización del referéndum o, mejor, renunciado, Maduro Moros debe ahorrarnos un mayor dolor a los venezolanos”, señaló el diputado Luis Barragán (Vente Venezuela) al referirse a las recientes declaraciones del vicepresidente Istúriz y a lo que denominó la crisis del Estado Cuartel.
“Tres circunstancias dicen unir al gobierno y a su principal partido: el presupuesto público, el temor inmenso de dejar por escasos minutos el poder y el espíritu de cuerpo al que fuerzan las mafias que lo informan. La última tarea de soporte parece la del chantaje sistemático a través de los CLAP, pretendiendo la adhesión gratuita del pueblo que ha sufrido demasiado en más de década y media, pero – sin dudas – el factor determinante para sostenerse es lo que los especialistas llaman el Estado Cuartel, estadio superior al que nos arrastró Nicolás Maduro militarizando en todo lo posible a la sociedad, dejando atrás el simple predominio pretoriano” aseguró el diputado.
“Sin embargo, ha comenzado a resquebrajarse gracias al modelo ultrarrentista que nos impusieron, agigantado un Estado ya exhausto; la ausencia de una fuerte convicción ideológica, inexplicada por siempre la estafa del socialismo del siglo XXI; el derrumbe del andamiaje partidista, reducido como fuerza complementaria de choque; la censura y el bloqueo informativo que diluyen las redes sociales y la radio-bemba; el terrorismo por delegación de los colectivos armados que incurren en el delito ordinario; y la demanda que prospera al interior de la Fuerza Armada para que ésta se apegue fiel y estrictamente a los postulados constitucionales, reivindicando el profesionalismo militar” explicó Luis Barragán.
Prosiguió el parlamentario: “Si no fuese por las trágicas consecuencias de la crisis humanitaria que ya pisa los terrenos de la seguridad y defensa de la nación, las declaraciones del vicepresidente de la República se reducirían a una malhumorada anécdota. El enfoque que hace de la crisis como fruto de unas líneas dictadas por el imperio, tratar de un mero desabastecimiento político el completo universo de carencias que vivimos, admirar y razonar a Maduro Moros como sucesor del padre que ya agotó todo culto a la personalidad posible, refleja una quiebra de las perspectivas, imaginación y habilidades políticas de los elencos del poder que subestiman, burlándose, a su propios seguidores con los que no dialogan, no consultan ni saludan y que tampoco – como confiesa Aristóbulo Istúriz – tienen idea de cómo el gobierno todavía está parado”.
“Todo el país reclama – concluyó – una mínima sensibilidad social y humana de quienes ejercen el poder, al igual que la sensatez y la responsabilidad política tan indispensables para superar la crisis. Ante todo, Maduro Moros debe ahorrarnos un mayor dolor aceptando el referéndum o, mejor, renunciando para facilitar así la transición democrática”.
Nota de prensa