Gustavo Coronel: La FAO sigue insultando a los venezolanos

Gustavo Coronel: La FAO sigue insultando a los venezolanos

thumbnailgustavocoronelLa FAO es la agencia de las Naciones Unidas que se encarga de promover la agricultura y los alimentos en el mundo. Por algunos años su oficina en Venezuela ha estado en manos del Sr.  Marcelo Resende, quien  debería ser declarado como persona no grata por la Asamblea Nacional porque se ha entregado al servicio del régimen chavista. Desvirtúa con su actividad en Venezuela la misión y valores de la FAO y permanece en su postura mercenaria a pesar de las protestas de los venezolanos.

Su más reciente crimen fue declarar que el país no necesita ayuda humanitaria porque el régimen lo está haciendo muy bien en materia alimentaria. Así lo dio a conocer el jefe de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), Freddy Bernal, quien ofreció detalles de la reunión de trabajo entre el Estado Mayor de los Clap y la FAO. En esa reunión Marcelo Resende aseguró que “los Clap han tomado una dimensión estratégica para Venezuela”. Además, reconoció el buen trabajo” que viene realizando el Gobierno en el tema alimentario. Estos comentarios elogiosos y fraudulentos del Sr. Resende se han convertido en una letanía absolutoria para el régimen.  Es inaceptable para los venezolanos que una persona de la calaña moral de Marcelo Resende siga al frente de una oficina de la ONU en Venezuela.  Hace semanas envié a la sede de la FAO en Roma una denuncia documentada sobre este señor y la copié a Bernardo Kliksberg, el asesor de la FAO para América Latina. No he recibido respuesta alguna a mi denuncia.

La Asamblea Nacional, organismo que ha establecido la existencia de una situación de emergencia alimentaria  en Venezuela, debe actuar para declarar a este mercenario como persona no grata para la Venezuela decente. La complicidad de la FAO con el régimen de Chávez/Maduro data desde que el Sr. Resende está a cargo de la oficina en Venezuela y ha sido reforzada por la entrega a esa oficina de doce millones de dólares por parte del régimen para financiar “programas alimentarios en América Latina”.  ¿Es que el dinero puede comprar una organización internacional? ¿Es que una organización internacional no debe atender al pueblo en preferencia a sus malos gobernantes?





Resende alaba al régimen venezolano con indignante entusiasmo, lo cual debe ser estigmatizado por la opinión pública venezolana. Es intolerable que una organización de burócratas bien pagados, la cual debería ayudar a los pueblos en crisis a salir de sus crisis, se convierta en cómplice de los regímenes que victimizan a esos pueblos. Este es el caso de las FAO en Venezuela.