Miembros de la Asociación de Jubilados de la Industria Petrolera, Petroquímica y Carbonífera Nacional (AJIP) denunciaron el “robo del fondo de pensiones” durante una protesta realizada la mañana de este lunes a las puertas de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), en su sede de la urbanización capitalina La Campiña.
Nota de prensa Unidad Venezuela
“Ese fondo de pensiones no es del gobierno, no es de Pdvsa: eso pertenece a los trabajadores jubilados petroleros y petroquímicos – y a los activos también -. No hay razón para que estos señores que acabaron con el principal ente de los hidrocarburos, que acabaron con Venezuela, ahora le echen mano a lo que no es de ellos”, denunció Cruz Rafael Vargas, vocero de una de las delegaciones participantes en la actividad gremial de calle.
A los demandantes – obviamente, personas de la tercera edad -, no se les permitió el ingreso a las instalaciones de la corporación estatal, por voluntad del contingente militar que custodia dichas instalaciones, quienes deben haber percibido como ‘peligrosa’ la simple entrega formal de las justas y legítimas peticiones del grupo, para más señas e ironía, que laboró toda una vida en la empresa.
“Pura amenaza es lo que hemos recibido aquí de los cuerpos represivos. Queremos que la nación y el mundo se enteren de lo que está sucediendo en el fondo de pensiones de la primera industria del país – y que era la cuarta del mundo -; quieren acabar con nosotros mediante un documento amañado a espaldas del AJIP y de los jubilados, cambiándonos las cláusulas. ¡Nos están robando!”, afirmó quien ejerciera su oficio durante un cuarto de siglo en Pdvsa.
Inclusive, mencionaron el tristemente célebre caso del asesor de finanzas y gestor de riesgo Francisco Illarramendi, condenado en Estados Unidos por fraude piramidal. “Ese señor se apropió de 600 millones de dólares y no se sabe dónde fueron a tener esos reales, presuntamente apoyado por la directiva de Pdvsa. No nos consta pero lo que sí sabemos es que tienen más de 15 años que no rinden cuentas del fondo de pensiones”, criticó.
Agregó que con el reciente aumento del sueldo mínimo, se hallan en un ínfimo nivel, “aunque no tenemos que ver con ese salario porque no dependemos del gobierno: el fondo de pensiones es nuestro. Además, la gente que está activa tendrá el mismo futuro que nosotros sufrimos ahora”, espetó.
Un viejo problema
Para Raúl Urbano, proveniente de El Tigre, estado Anzoátegui, “esta no es una protesta sino un reclamo por el abuso contra los jubilados: fueron forjadas actas, violaron el sistema, se trató prácticamente de un robo. No es posible que luego de darle tantos años estemos atravesando penurias, precariedades. Por supuesto, no todos llegan a la condición de jubilados, pues unos fallecen, otros renuncian y hay los que se quedan en el camino”, señaló, corroborando el respaldo pleno a AJIP, órgano encabezado por Elena Pino y Héctor Villalobos.
“La mayoría de los que están aquí, del interior y de Caracas, son personas que han laborado 20, 30 y 40 años en la industria petrolera y es cruel que estemos pasando estas necesidades. La pensión de los jubilados es menos de 25 mil bolívares. ¿Quién puede vivir con esa cantidad mensual? Nos encontramos francamente desamparados”.
Así se expresó la ciudadana Celina Marcelo, quien se desempeñó en Pdvsa durante más de tres décadas. La dama apuntó también el tema de la salud como una de las principales preocupaciones del sector: “No nos cubren las medicinas, tampoco le pagan a las clínicas, por lo cual no se nos presta servicio médico en ninguna parte. La mayoría de los jubilados están enfermos – hay muchos hipertensos, diabéticos -”, dijo.
“Yo antes me sentía orgullosa de pertenecer a Petróleos de Venezuela, pero ahora me da vergüenza”, aseveró, evocando el lamento general por la falta de tino de las autoridades para ‘sembrar’ lo que de ‘oro negro’ devino en ‘excremento del diablo’.