Orlando Ochoa: La población en pobreza llegó a 80% a finales de 2016

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Según el economista Orlando Ochoa, al ritmo que va la inflación y al no atacar sus causas implica que en el 2017 veremos también una cifra, al respecto, en ascenso; que tiende a una cifra entre mil ochocientos y dos mil por ciento, de mantenerse la política económica, que hemos visto de Maduro con sus graves problemas de origen fiscal, monetario y cambiario.

Por Enrique Meléndez para el semanario La Razón





¿Cómo ve usted la llegada al ministerio de Economía y Finanzas de Ramón Lobo? Su colega José Guerra ha declarado que dificulta que él abrigue un plan de recuperación económica. ¿Está de acuerdo?

-Sí estoy de acuerdo con esa afirmación: el diputado Ramón Lobo es un economista sin trayectoria en el estudio de problemas macroeconómicos complejos; por el contrario, en los últimos años como diputado se ha dedicado a la defensa a ultranza del gobierno y de sus errores. No tiene la preparación ni el peso específico, para imponer un cambio de rumbo económico; que, además, exigiría abandonar las banderas ideológicas de izquierda radical, que el propio gobierno sostiene.

Durante los días finales del pasado mes de diciembre el BCV llevó a cabo una colocación de bonos por 5 mil millones de dólares a 20 años de plazo. ¿Usted nos pudiera explicar en qué consistió esa operación?

-Esa operación la hace realmente la República con la asistencia financiera del BCV, y usó un intermediario. Un pequeño banco de inversión de China; lo cual generó la confusión de que era una operación con el gobierno de chino. Esa operación privada la hizo la República y la colocó, completamente, en el Banco de Venezuela; que compró esos bonos valorados en 5 mil millones de dólares a diez bolívares por dólar, que es la tasa de cambio preferencial.

-Esa operación oscura no quiso ser hecha por otros bancos de inversión mas grandes. La misma le permite al Banco de Venezuela usar esos bonos que, según su tasa de interés de 6% y plazo a 20 años, tendrían un fuerte descuento en su precio de mercado, con respecto al precio nominal; para pagar a proveedores, ya sea una parte de deuda y otra de nuevas compras de alimentos, medicamentos; imaginamos que son prioritarios.

-Sin embargo, lo que debe quedar claro es que la deuda de la República en bonos, que estaba al cierre de 2016 en unos 30 mil millones de dólares, sube 5 mil millones de dólares más, y cuando el Banco de Venezuela vaya a pagar compras o algunas deudas o algunos casos irregulares; que suelen aparecer en las listas de asignación de divisas (socios, amigos, clientes de los asignadores, que se benefician con dólares preferenciales a diez bolívares), solamente, se le va a reconocer el valor de mercado, es decir, sus pagos totales; que equivaldrán a unos dos mil millones de dólares; lo que equivale al 40% de los cinco mil millones de dólares, que sube la deuda,

-Que se eleve la deuda en 5 mil millones de dólares, y sirva para hacer pagos oscuros por solamente 2 mil millones de dólares resulta escandaloso e inescrupuloso, y muestra la enorme restricción financiera que tiene el gobierno, y la disposición a endeudar a la República en términos, muy adversos, para hacer unas compras desesperadas, insuficientes para abastecer a un país como Venezuela.

¿Usted cree que el gobierno podrá cumplir con los compromisos de deuda para este año? ¿Acaso hay la posibilidad de un default?

-Con un precio del barril a 48 dólares y un volumen de exportación, declinante, de a lo máximo 2 millones barriles diarios en 2017, estimo que los ingresos por exportación pueden llegar a unos 35 mil millones de dólares. Eso es un monto insuficiente para cubrir las necesidades de importación del sector privado, del sector público, incluyendo a Pdvsa; que importa crudos ligeros para la mezcla con crudos pesados, y para los pagos financieros.

-Por lo tanto, sabemos que el gobierno jerarquiza el servicio de la deuda externa por encima de otras cosas. Pero eso significa que el sacrificio económico y social, que estamos viendo en un país mal abastecido, no solamente de alimentos y medicinas, como se suele repetir, sino también de equipos, repuestos para maquinarias y automóviles y toda clase de bienes, que suelen cotizarse ahora a la tasa de cambio paralela, lleva a unas distorsiones de precios relativos enormes, que mantienen la presión inflacionaria y la caída en la producción de Venezuela.

-Es decir, el gobierno puede servir la deuda manteniendo a una economía y a una sociedad en una situación dramática, como la que tenemos actualmente.

¿Cómo ve el comportamiento de la inflación para este año?

-Como es bien conocido las cifras de inflación mensual no las publica el gobierno, por orden expresa de Nicolás Maduro. A finales de 2015 se publicó una tasa de inflación anual; que no se compadece con las cifras que el BCV, extraoficialmente, deja conocer. La inflación al cierre de 2016,  medida por el IPC con un componente de bienes regulados, terminará por encima de 500%; aunque el directorio del BCV puede cambiar las ponderaciones de sus componentes, para bajar la tasa. Otra medición de la inflación más cercana a la realidad es el núcleo inflacionario; donde se mide el índice con menor cantidad de bienes regulados; bienes que, además, no se consiguen; ese indicador, repito, está por encima de 800% en el 2016.

-Al ritmo que va la inflación y al no atacar sus causas implica que en el 2017 veremos también una cifra en ascenso; que tiende a una cifra entre  mil ochocientos y dos mil por ciento, de mantenerse la política económica, que hemos visto de Maduro con sus graves problemas de origen fiscal, monetario y cambiario. El control de la inflación, por supuesto, debería ser el principal objetivo político y económico del gobierno de Maduro, y no lo es.

-Su objetivo es repartir bolsas de comida y, quizás, algún dinerito, bajo un carnet que identifique al beneficiario con el proceso, y trate de  obligar al ciudadano empobrecido a prestar lealtad hacia un gobierno, que todos los estudios de opinión indican que rechaza.

¿Cuáles son, a su juicio, las perspectivas de crecimiento económico para este 2017?

-En la situación en la que se encuentra Venezuela no hay perspectivas de crecimiento. La pregunta es: dado los bajos niveles de actividad económica, de capacidad utilizada en la industria de la manufactura, si continuará cayendo o se estancará. Si la falta de divisas, falta de insumos, distorsiones de precios, bajísimo poder adquisitivo de la población se mantiene la caída de la actividad económica podría estar alrededor de 4 ó 5 por ciento.

-En términos de empleo también sabemos que se han perdido cientos de miles de empleos en 2016; sin embargo, la medición oficial de la tasa de desempleo esconde la realidad; porque tienen una forma de medirla con muy bajo rigor estadístico; cuando deberían clasificar el desempleo según el número de horas trabajadas, para saber cuánto es desempleo, el subempleo y el empleo a tiempo completo o a tiempo convencional; lo que hacen es medir sólo a quiénes trabajan al menos cuatro horas a la semana, y los clasifican como empleados.

-Pero sabemos que, además, hay otro grave problema de destrucción de empleos y de empobrecimiento. La población bajo la línea de pobreza  se estima que llegó a 80%  a finales de 2016, incluyendo pobreza relativa y pobreza crítica; dado el acelerado aumento de los precios, la caída de la producción, el desabastecimiento y la destrucción de empleos.

¿Qué piensa de la ratificación de Eulogio del Pino como presidente de Pdvsa? ¿Está quebrada la industria como se ha dicho?

-Pdvsa no está quebrada, pero está reducida a una situación dramática, como el resto del país. Sin embargo, el potencial petrolero de Venezuela sigue siendo su principal instrumento, para un futuro plan de recuperación. La producción petrolera venezolana estimada a diciembre de  2016 se estima en el orden de 2 millones 250 mil barriles diarios.

-Eso contrasta con un nivel de producción de 2 millones 600 mil barriles que había en diciembre de 2015. Eso significa que hubo una caída de diciembre a diciembre de unos 350 mil barriles diarios en la producción total en los diversos tipos de crudo, y, por lo tanto, las exportaciones, están declinando; dado que Pdvsa es incapaz de compensar el declive natural de la presión en los yacimientos, con nuevos pozos u optimizando los ya existentes con inversión. Además Pdvsa tiene problemas por falta de recursos financieros, de recursos humanos calificados; y asimismo tiene acumulado grandes deudas con contratistas y proveedores, que no pueden asistir a Pdvsa en recuperar la producción.

-Sin hablar de la corrupción, que también existe en la compañía. Eulogio del Pino ha estado en posiciones directivas en la empresa en los últimos diez años, y comparte la responsabilidad con Rafael Ramírez de este manejo de Pdvsa. Sus intentos en los últimos dos años de revertir parte de esta situación no han rendido frutos visibles, y las alianzas, a través de las empresas mixtas con distintas empresas extranjeras lo que tienen es una línea de propaganda sobre planes no ejecutables en la actual situación económica del país.

-El sector petrolero sufre tanto como el sector privado venezolano por el régimen del control de cambio, y la contabilidad paralela a las distintas tasas oficiales a las que operan. Recordemos que, para poner tener un sector de importación de alimentos y medicinas a diez bolívares por dólar, alguien tiene que proveer esos dólares al BCV, y eso lo hace el sector petrolero, creando una estructura de incentivos perversos, para no invertir a una tasa de cambio sobrevaluada.

¿Qué opinión tiene de lo que fue la medida de eliminación del billete de cien bolívares?

-El intento del retiro del billete de cien bolívares a mediados de diciembre no tiene ninguna razón económica o de seguridad comprensible. Como se ha dicho, este billete constituía, prácticamente, la mitad de todos los billetes en circulación, y en términos de valor representaba casi 80%. Como la revista The Economist señalaba: de haber mafias que hicieran operaciones en bolívares en la frontera, significa que para mover diez millones de dólares en billetes de a cien se requerirían 333 toneladas de papel, equivalentes a 14 camiones grandes de transporte. Eso suena como una tarea imposible.

-Mientras que, si esas mafias operaran en dólares, solamente necesitaban mover cien kilos de billetes de a cien dólares, equivalentes a siete maletines y medio. No tiene sentido hablar de una gran conspiración mafiosa contra el bolívar, cuando en términos de logística era imposible que hubiesen volúmenes gigantescos, para que pudieran  conspirar contra la estabilidad de moneda.

-Eso quiere decir que la logística necesaria para retirar  el billete de cien bolívares del circulante monetario implica una operación mayor de movilización de miles de toneladas de papel moneda. Incomprensible, sin que hayan estado disponible todos los nuevos billetes de 500, 1000, 2000, 10.000 y 20.000, ni las monedas que reemplazan al billete de cien y de cincuenta.

-¿Por qué el presidente Nicolás Maduro y sus asesores cercanos decidieron hacer esto? No ha sido expuesto. Deducimos que se debe al intento de buscar un efecto propagandístico; como el Dakazo, que tres años antes le rindió frutos, incluso, electorales. ¿Por qué lo hicieron? Porque querían culpar a fuerzas externas, oscuras: mafias, oligarquía, imperio, burguesía: ya conocemos el léxico marxista, para buscar responsabilizar a otros de las variación en la tasa de cambio paralela, y su efecto sobre los precios en Venezuela.

-Querían culpar, querían darle credibilidad al argumento de que hay una conspiración en la frontera venezolana, a través de una página web, para desestabilizar los precios. Desconociendo, por supuesto, la enorme responsabilidad macroeconómica; que es la fundamental del gobierno. Todo eso salió mal, y no les ha quedado otra que postergar la salida del billete de a cien, que no creo que tampoco que lo van a hacer en la fecha pautada, es decir, el 20 de enero. Se trató de una operación improvisada; que no debió haber ocurrido sólo por el intento de dar un golpe propagandístico y culpar a otros de la rápida alza en la tasa de cambio paralela, que sin duda elevará la inflación en 2017.