En un inusual comunicado publicado ayer, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia fija posición sobre la crítica situación en Venezuela, con un lenguaje difuso y en claro apoyo al gobierno de Maduro asegura que el deseo de los venezolanos y el de todos los latinoamericanos es buscar soluciones, sin importar lo difícil que pueda parecer, no por medio de manifestaciones, sino en la mesa de negociación.
Por lapatilla.com
El comunicado ampliamente reseñado por las agencias oficialistas rusas como Tass y RT, se afirma que “La situación en Venezuela se está calentando“, según el comunicado un “Grupo de la oposición radical que ha tomado el control del parlamento ha intensificado su retórica belicosa, llamando a la desobediencia civil. Se están preparando protestas en los próximos días, que podrían provocar, o están más bien destinadas deliberadamente a promover enfrentamientos entre manifestantes y la policía, resultando en bajas”
“Por desgracia, este tipo de escenario de ‘revolución de color’ no es ninguna novedad. No es difícil prever lo que traerá si uno mira los eventos que han tenido lugar en otros países en los últimos años“, añade el comunicado.
Revoluciones de colores es el nombre colectivo que han recibido una serie de movilizaciones políticas en el espacio ex soviético llevadas a cabo contra líderes supuestamente «autoritarios» acusados de «prácticas dictatoriales», amañar las elecciones o de otras formas de corrupción. En ellas los manifestantes suelen adoptar como símbolo un color específico que da nombre a su movilización. Este fenómeno surgido en Europa Oriental también tuvo posterior repercusión en Oriente Medio.
“Las acciones violentas no solucionan los problemas y solo conducirán a una mayor división de la sociedad, a más intolerancia, a confrontaciones violentas y a la desestabilización de la situación en la región“, enfatiza el comunicado.
Finalmente Moscú reafirma la necesidad de un diálogo entre el Gobierno y la oposición como única salida para encontrar soluciones a los “problemas acumulados” y al “camino hacia el caos” al que se dirige la nación.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso ha destacado que “los provocadores tienen que entender que no van a lograr apoyo”, ya que ello “contradice las decisiones a favor de la legitimidad y orden constitucionales adoptados por todos los Estados del hemisferio oeste”. Además ello va en contra de las aspiraciones de los venezolanos de “buscar soluciones, por muy complicadas que sean, no en una confrontación violenta y un ambiente de mítines, sino en mesa de negociación”. Lo último persigue “la paz y la estabilidad” en la región, recomienda el comunicado.
Es obvio que Moscú necesita urgentemente asesores que conozcan la realidad venezolana y hemisférica. De manera olímpica omiten el secuestro de constitucional referendo revocatorio presidencial, así como de las elecciones regionales establecidas en la Constitución Nacional para el pasado diciembre de 2016.
También omiten que la Organización de Estados Americanos OEA, la más amplia representación de países del hemisferio, ha declarado a Venezuela en violación a la Carta Democrática Interamaricana. Y que recientemente, el Vaticano denunció la falta de cumplimiento del gobierno de Nicolás Maduro a los compromisos adquiridos en la mesa de diálogo donde participaban como facilitadores.
Llamar oposición radical a diputados electos por la mayoría del pueblo venezolano es una falta de respeto inaceptable, que se alinea con la retórica oficialista y que en nada facilita la única solución factible, que es la electoral.
Maduro es el que agradece ese comunicado lleno de falsedades. Lo que quedó claro es que Moscú le teme a las “revoluciones de colores” (lapatilla.com)